"Mirad vuestra vocación"

Domingo 14/10/2018

Con motivo del 25º aniversario de la iglesia Río Branco, ubicada en la ciudad del mismo nombre, en el departamento de Cerro Largo (Uruguay), el domingo 14 de octubre el Apóstol Herman Ernst se hizo presente para celebrar junto a la comunidad.


La ciudad de Río Branco limita con la brasileña Yaguarón, unidas ambas por el puente internacional Barón de Mauá, siendo aproximadamente su población actual unos 14.700 habitantes.
El primer Servicio Divino que se llevó a cabo en este lugar fue a fines de abril del año 1981 con una asistencia de 14 concurrentes. Posteriormente se alquila un local en la calle Puerto Amaro, el cual acondicionado hermosamente sirvió para llevar adelante los Servicios Divinos.
Años más tarde, y ante la necesidad de dejar el local inicial, se ubicó un predio con una precaria edificación. A los cuatro años fue necesario demolerlo y se construyó el hoy existente, el cual es inaugurado por el Apóstol Carlos Milioto en el Servicio Divino de Agradecimiento de 1993.

Servicio Divino de aniversario
En esta oportunidad el Apóstol Ernst basó su servir en el texto de 1 Corintios 1: 26-27: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte” .
Luego de realizar un breve repaso del desarrollo de la Obra en el lugar y de tener presente a tantos hermanos que colaboraron, el Apóstol mencionó en relación al texto que nuestra elección no fue por virtudes personales, sino que la gracia de Dios posó sobre nosotros. Esa elección debe servir para testificar a nuestro Dios, no por miedo, sino por amor a Él, y en esta tarea debemos permitir que el don del Espíritu Santo sea el obrante, no interfiriendo nosotros con nuestra forma de pensar o carácter.
Amar al prójimo, permitirle la posibilidad de que sienta el amor de Dios a través de nuestra relación sincera, honesta y siendo reconciliables, forma parte de nuestra vocación. Esto nos demandará fuerzas, pero así como el profeta Elías fue alimentado e impulsado a seguir su camino, hoy lo hace el Señor con nosotros.
Antes de finalizar la hora el Apóstol festejó también la Santa Cena para los difuntos viviéndose un momento de profunda emoción y a su vez de alegría.
Finalizada la hora los 94 presentes fueron saludados por el Apóstol, con el cual compartieron luego una torta (pastel) preparada por una hermana del lugar, recibiendo además un souvenir alusivo al aniversario de la iglesia.

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