Justificados por la fe en Jesucristo

Domingo 12/08/2018

Durante el fin de semana del 11 y 12 de agosto, el Apóstol Guillermo Canessa, acompañado por el Obispo Marcelo Boggio, el Anciano de Distrito Alejandro Caracciolo y el Evangelista de Distrito Enrique Calvo (de San Luis), visitó las provincias de San Juan y Mendoza, realizando dos Servicios Divinos con Santo Sellamiento y ordenaciones ministeriales.


La provincia de San Juan se ubica en la zona oeste de Argentina, limitando con las provincias de La Rioja, San Luis y Mendoza, y al oeste con la República de Chile. Se caracteriza por un relieve montañoso intercalado por valles, donde se concentra la mayor población. En la ciudad de San Juan, la capital homónima provincial, se realizó el primer Servicio Divino, el sábado 11 de agosto.
Hubo un total de 167 concurrentes, entre ellos también los miembros de la comunidad Chimbas.
El Apóstol Canessa utilizó como base de su servir el texto bíblico de Juan 12: 49-50: “Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho”.
En unos versículos antes relata que también Jesús dijo: “El que cree en mí, no cree en mí; sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió” (vers. 44 y 45). Creer en Cristo es tener la posibilidad de redención eterna; significa llevar a Cristo en el corazón, llevar en el alma su Evangelio. Y Cristo vino a traer lo que Dios nos da como mensaje para todos los seres humanos. Dios mismo, hecho hombre, vino a traer a través de su sacrificio la salvación.
Jesucristo fue ese testigo fiel de Dios sobre la tierra y nos da la posibilidad, a cada uno de nosotros, de ser testigos también hoy a través de lo que el Espíritu Santo nos va revelando.
Colaboraron en el servir el Obispo Marcelo Boggio y el Anciano de Distrito Alejandro Caracciolo. Posteriormente, se celebró el acto de Santo Sellamiento donde además de recibir el don del Espíritu Santo 13 fieles fueron ordenados dos Diáconos para la comunidad Chimbas.

Al día siguiente, el Apóstol, junto al Obispo Boggio y los dirigentes de distrito que lo acompañaban, pudo oficiar en Mendoza, a unos 170 kilómetros hacia el sur. Con 1.739.000 habitantes (2010), es la cuarta provincia más poblada de Argentina.
En la iglesia de Mendoza capital, fueron recibidos por un hermoso coro de niños e integrantes de la escuela de música. Se congregaron 560 hermanos y hermanas, pertenecientes a las comunidades de: Maipú, Rodeo de la Cruz, Las Heras, Palmira, Luján, Guaymallén, San Martín y Tunuyán.
La palabra del día fue el pasaje de Romanos 5:1-2: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.
En el desarrollo de la prédica, el Apóstol expresaba que únicamente somos justificados por la fe. Entonces las primeras preguntas que deberíamos hacernos cómo estamos en la fe, si podemos verdaderamente creer en cada momento de nuestra vida cotidiana.
Por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Venimos a la iglesia para preparar a nuestra alma, es el objetivo principal de nuestra vida. Y creer en Jesucristo significa poner por obra el Evangelio. Entonces allí vienen nuevas preguntas: ¿Cómo me comporto cotidianamente? ¿Cómo amo al prójimo?
También fue mencionado un concepto expresado por el Apóstol Mayor acerca de que, como pueblo de Dios, tenemos que formar un equipo. En un equipo son todos distintos pero juntos conformamos lo que Dios está preparando: un pueblo para vivir en ese reino que Cristo fue a preparar, para que todos podamos vivir allí, eternamente en paz. Y luego el Apóstol exhortaba entonces: “¡Quedemos firmes en la fe!”.
Acompañaron en el servir el Obispo Boggio, el Anciano de Distrito Caracciolo y el Evangelista de Distrito Calvo.
Del Santo Sellamiento participaron 30 fieles y también fue de alegría la ordenación ministerial de un Primer Pastor, cuatro Pastores y dos Diáconos.

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