Una comunidad con 25 años recorridos: Villa Lamadrid

El domingo 13 de sábado los fieles de Villa Lamadrid (distrito 51, Buenos Aires) celebraron con alegría el 25º aniversario de su comunidad, que tuvo sus comienzos en el año 1988 cuando seis familias de la zona concurrían a los Servicios Divinos en el Barrio Hernández, en la iglesia La Salada. El Apóstol Gerardo Zanotti presidió el Servicio Divino festivo.

También estuvo presente el Anciano de Distrito Diego Pollio y pudieron participar: el Apóstol Norberto Picchi (que fue dirigente del distrito, actualmente en descanso), el Evangelista de Distrito Oriel Scarpone (quien años atrás fue Pastor en Villa Lamadrid), el Primer Pastor Annoni (fue uno de los Pastores dirigentes de la comunidad). El reencuentro de estos siervos con la comunidad fue otro motivo de alegría. Asistieron en total 158 hermanos y hermanas. El Apóstol Zanotti basó su servir en el texto de Juan 6: 69: “Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Colaboró en el servir el Pastor Guillermo Sáenz, quien fuera el primer Pastor dirigente de la comunidad y que momentos más tarde fue colocado en el merecido estado de descanso, en un emotivo acto. Dando cierre a la celebración, por la tarde se llevó a cabo un concierto con los coros de comunidad de Villa Lamadrid y de Lomas de Zamora.
De la historia. En el año 1988, cada miércoles y cada domingo aquellas primeras familias de la zona se encontraban en un punto del camino para ir juntas hacia la iglesia La Salada. Pasado un tiempo comenzaron a realizarse las reuniones en uno de los hogares, hasta que pudo conseguirse un local. Así, el 9 de septiembre de 1990 inauguraba la comunidad el Apóstol Guillermo Vilor, acompañado por el Obispo Amoruso (ambos hoy en estado de descanso). Ese día el Apóstol dejó un hermoso sentir asentado en el libro de firmas: “Que esta nueva comunidad pueda ser siempre un refugio para todos los corazones de buena voluntad, que el amor de Dios y la alegría sean signos distintivos de los que habitan en ella”.
La comunidad se estableció en ese mismo lugar hasta el año 2001, cuando se consiguió un lugar más amplio que es el actualmente utilizado. Pero inicialmente el local estaba casi imposible de habitar; los hermanos y hermanas de la comunidad se ocuparon de refaccionarlo completamente, arreglando incluso el cielorraso, y dejándolo irreconocible, en óptimas condiciones. Hoy en día es un hermoso salón.