Llenos de ilusión

Lunes 02/12/2024

En vísperas de Navidad, la ciudad se engalana para el Adviento y distintos eventos despiertan la expectación ante la llegada de la fiesta navideña. Los cristianos tienen aún más motivos para esperar con ilusión el futuro.

Fuente: nak.org


Cuando escuchamos las noticias, la alegría y el futuro no suelen ir muy de la mano hoy en día. La gente tiene miedo, se hace muchas preguntas. Pero como hijos de Dios, tenemos sobradas razones para esperar con ilusión el futuro.

Y esta expectación, esta alegría por lo que está por venir, es un componente de nuestro Adviento espiritual. No tiene nada que ver con la época del año. No tiene nada que ver con el espíritu navideño. Esta alegría anticipada es obra del Espíritu Santo y es fruto de nuestra fe. El Espíritu Santo nos revela el futuro: el Señor viene para llevarnos consigo. Reinaremos con Él en el reino de paz. Dios creará un mundo nuevo en el que todos los seres humanos que sean salvos podrán vivir en la gloria de Dios.

Tomémonos un poco de tiempo durante este tiempo de Adviento para pensar realmente en nuestro futuro. Creemos y esperamos el retorno del Señor. Creemos en la vida eterna, en la comunión eterna con Dios y con los suyos en su reino, ¡y lo estamos deseando! Esperamos con alegría la nueva creación, en la que por fin no habrá más sufrimiento, ni muerte, ni dolor, en la que los seres humanos por fin volverán a estar completamente en unidad, en comunión con Dios y unos con otros.

Amados hermanos y hermanas, dediquemos simplemente un poco de tiempo, incluso en esta preparación de la Navidad, a examinar nuestro futuro: ¿Todavía crees realmente en él? Allí donde está viva esta fe, surge esta alegría. No se trata de regocijarnos y cantar “Aleluya” todos los días, sino de que tengamos esta profunda y silenciosa ilusión del retorno de Cristo, la ilusión de reinar con el Señor en su reino, la ilusión de una nueva creación.

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