Junto al Apóstol en Tucumán

Durante el segundo fin de semana de abril, el Apóstol Claudio González realizó Servicios Divinos en la provincia argentina de Tucumán. El sábado 13, ofició en Aguilares y el domingo 14, compartió la hora junto a los fieles de la iglesia Tucumán.

La provincia de Tucumán está ubicada en el noroeste argentino. Es conocida como el “Jardín de la República”, por su llamativa vegetación. También por su rol en la historia, ya que allí fue declarada la independencia de la nación. Por eso cada año recibe a una importante cantidad de turistas.

De la duda a la confesión
Para el Servicio Divino del 13 de abril, los primeros que tuvieron la alegría de recibir al Apóstol fueron los hermanos y hermanas de la comunidad Aguilares (a unos 85 km de la capital provincial). Estuvieron presentes, además, el dirigente de distrito Jorge Tévez y su ayudante, el Pastor Eduardo Ruiz.
Los fieles de Aguilares prepararon especialmente el corazón para este encuentro. Entre otras tareas realizadas, previo al Servicio Divino los miembros del coro ensayaron desde temprano los himnos que iban a interpretar esa mañana.
La prédica estuvo basada en el texto bíblico de Juan 20:28: “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”. El mensaje principal fue: “Confesamos a Jesús como Señor y Dios”.
Al igual que le sucedió a Tomás, la duda podría ingresar en nuestro corazón. En su prédica, el Apóstol González invitaba a que, si esto nos sucede, podamos “acercarnos a Dios y reforzar la comunión con Él”. En el marco de esta hora se celebró también un acto de Santo Sellamiento.

Nuestros tesoros
Al día siguiente, el Apóstol Claudio González celebró el Servicio Divino dominical en la iglesia Tucumán, en la ciudad capital. Estuvo acompañado por portadores de ministerio de distrito. La prédica se basó en el texto bíblico de Mateo 6:21: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Durante su servir, el Apóstol explicó cuán importante es cuidar los tesoros que el Padre celestial nos ha regalado. Entre ellos destacó al Evangelio, el Servicio Divino, los Sacramentos, la comunión y el apostolado. “El Espíritu Santo nos recuerda cuáles son nuestros tesoros”, afirmó.
En el marco de esta festiva hora y antes de finalizar el Servicio Divino, el Apóstol colocó en descanso ministerial al Diácono Hugo Enciso, quien recibió muestras de afecto y agradecimiento de sus hermanos. Sobre el cierre del encuentro, el Apóstol despidió a cada invitado, compartió algunas palabras y también fotografías.