La mayor riqueza

Durante el último fin de semana de julio, hermanos y hermanas de comunidades en Paraguay disfrutaron del servir del Apóstol Néstor Manzelli. El sábado 29, celebró un Servicio Divino en Pilar y, al día siguiente, ofició en Asunción Nº 1.

Buscar a Dios
La actividad del Apóstol comenzó con la visita a Pilar. Esta comunidad está en la ciudad del mismo nombre, capital del departamento de Ñeembucú. Está situada a orillas del río Paraguay, en la frontera con Argentina. Es llamada por sus habitantes de dos maneras: “Auténtica perla del sur” y “Capital de la cordialidad paraguaya”.
Luego de recorrer los 350 kilómetros que separan a Pilar de Asunción (capital del país), el Apóstol Manzelli llegó a la iglesia para celebrar el Servicio Divino. La prédica se basó en el texto bíblico previsto para ese fin de semana, Lucas 15:8-9, que relata la parábola de una mujer que pierde y luego encuentra una moneda valiosa para ella, compartiendo su alegría con su entorno.
“Con esta parábola, Cristo enseñaba la voluntad de Dios de abrir el camino para que todos puedan volver a la comunión con Él”, expresó el Apóstol al inicio de su servir. Luego explicó que, para lograrlo, el Señor nos da todo lo necesario. Como la mujer de la parábola, “busquemos a Dios con todo nuestro esfuerzo y valoremos lo que Él nos regala. Encontrar al Padre celestial es la mayor dicha que podemos tener. Vamos a contarles a los demás que el Señor los está buscando y desea su salvación”, agregó. Participó de la prédica el Primer Pastor Ernesto Silva.

Amor espléndido
Al día siguiente, bajo un sol radiante, el Apóstol ofició en la iglesia Asunción Nº 1 acompañado por los Primeros Pastores Omar Robles y Ernesto Silva. Asimismo, participaron como invitados miembros de la iglesia Fernando de la Mora.
La base del servir fue el pasaje bíblico de 1 Juan 3:1: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;?por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”.
La temática de la hora fue nuestra relación con Dios. “Queremos reconocer su amor y bondad. Confiemos en Él y de esta forma el mal no va a separarnos de su mano”, exhortó el Apóstol. “Cristo ha venido al mundo para demostrar que el Señor es un Dios de amor y quiere salvar a todos los seres humanos”, destacó. Colaboraron en la prédica, el Primer Pastor Silva y el Pastor Darío Yorki.
Luego del Servicio Divino, el Apóstol permaneció unos minutos más en la comunidad para saludar a cada invitado. Como broche de oro, la juventud local le entregó un presente.