Lunes 26/06/2023
Bajo este mensaje se realizó el Servicio Divino del domingo 25 de junio, que por transmisión fue oficiado por el Obispo Fernando Mendá. Estuvo acompañado en el servir por el Dirigente de Distrito José Clark.
Podemos acceder a un extracto de la palabra haciendo clic en:
Resumen
O también tenemos la posibilidad de revivir el Servicio Divino en estos dos formatos:
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Servicio Divino de palabra – 25 de junio de 2023
Tema: Preparación para el Servicio Divino en ayuda para los difuntos
Mensaje: Tanto los vivos como los muertos pueden alcanzar la salvación por la fe en Jesucristo.
Texto bíblico: Mateo 28:18: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”.
En el pasaje bíblico de este domingo, Cristo explica que su autoridad es válida en la tierra y en el cielo, es decir, en el mundo visible e invisible. Esto también incluye al más allá. “Todos los que creen en Cristo, pueden alcanzar la salvación. Esto es motivo de gran alegría, esperanza y llena nuestro corazón”, mencionó el Obispo al inicio de su prédica.
La autoridad de Jesucristo
El amor de Dios fue el motivo por el cual Cristo vino a la tierra, para que todos los que crean en Él puedan tener acceso a la vida eterna. La autoridad de Jesús se manifestaba, entre otros aspectos, en que anunciaba la voluntad divina, perdonaba los pecados y sanaba enfermos.
Luego de resucitar y ascender al Padre, su autoridad se amplía, pues se aplica al cielo y la tierra. Sin límites. A partir de esta autoridad, Cristo resucitado encarga a sus discípulos la misión de bautizar y enseñar el Evangelio.
El encargo a los Apóstoles
Fue en un monte de Galilea donde Cristo se acercó y habló con los once Apóstoles acerca de la autoridad que tenía sobre la creación visible e invisible. Las almas de los difuntos forman parte del mundo invisible y también tienen la posibilidad de recibir una nueva vida y futuro.
El poder de Cristo supera cualquier entendimiento humano, es por ello que la misión de bautizar que Jesús confiere a los Apóstoles se aplica por igual a vivos y difuntos. Nadie queda alejado de Dios, sino que todos pueden llegar a ser discípulos de Cristo.
La intercesión por los difuntos
Como discípulos de Cristo queremos ahora interceder por los difuntos con nuestra oración, pidiendo a Dios que prepare el camino para que ellos puedan encontrar fe y recibir los Sacramentos.
“La misión fue dada a los Apóstoles, pero también nos incluye. Para interceder es necesario un corazón sensible”, exhortó el Obispo. La fe en la muerte, resurrección y retorno de Jesús es un requisito indispensable que se aplica tanto a vivos como a los difuntos.
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