Seamos sensibles a las necesidades del prójimo para así cumplir la ley de Cristo

Lunes 13/02/2023

Este domingo, el Servicio Divino de palabra fue realizado por el Obispo Sergio Pereira. Estuvo acompañado en el servir por el Evangelista de Distrito Leonardo Berrospe.


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Servicio Divino de palabra – 12 de febrero de 2023

Tema: Comunión de vida con Cristo

Mensaje: Seamos sensibles a las necesidades del prójimo para así cumplir la ley de Cristo.

Texto bíblico: Lucas 10:36-37: “¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo”.

“¿Y quién es mi prójimo?”
La palabra del día nos invita a reflexionar una vez más sobre la parábola del buen samaritano. “Si deseamos tener comunión de vida con Cristo, será indispensable aprender a respetar al prójimo, reconocer sus necesidades y dirigirnos hacia él tal como lo hizo Jesús”, explicó el Obispo al inicio de su prédica.

¿Por qué lo preguntas?
Cuando el escriba le preguntó a Jesús quién era su prójimo, en realidad buscaba justificarse a sí mismo. Confiaba en que Cristo compartiera la interpretación de la ley que él aplicaba. Luego de relatar la parábola, Jesús le hace la misma pregunta. Pero su intención era distinta: “quería abrir su entendimiento”, mencionó el siervo. Algo similar podría ocurrirnos cuando somos tentados a justificar nuestra indiferencia hacia el prójimo. No obstante, el Señor ha dejado claro que el amor a Él debe determinar nuestro ser. Y una muestra de ello es la misericordia. No podemos amar a Dios sin amar a los que nos rodean. “El prójimo muchas veces es y piensa diferente a nosotros. Pero eso no debe condicionarnos”, subrayó el Obispo.

Conocemos la ley de Cristo
El sacerdote y el levita conocían la ley mosaica. Nosotros también sabemos lo que Cristo espera de cada uno. No podemos argumentar que desconocemos que debemos amar a Dios y al prójimo. “Conocemos la ley de Cristo, por lo tanto, no tenemos oportunidad para excusarnos. Que no nos detengan nuestras opiniones ni forma de ver. Brindemos la ayuda sin doble intención”, exhortó el siervo.

No querer ver
En la historia de la Biblia, tanto el sacerdote como el levita no habían querido enfrentar la situación. No ayudaron al viajero malherido. En nuestro caso, aunque conocemos la doctrina de Cristo, podría ocurrir que tengamos buenos motivos para ser indiferentes ante la miseria de los que nos rodean. Incluso podríamos dudar en ayudar al necesitado porque nuestro entorno reprueba la forma de vivir o las acciones de esa persona. Nuevamente Dios nos dice que esto no nos sirve de excusa. “Para tener comunión con Cristo, tenemos que mostrar que amamos a nuestro prójimo”, afirmó el Obispo.

Reconocer la necesidad
En la parábola del buen samaritano, la ayuda que precisaba el prójimo era muy evidente. Sin embargo, existen necesidades interiores o espirituales que no son tan fácilmente perceptibles, como la tristeza, el duelo o la soledad. Es necesario tener sensibilidad y empatía. Si orientamos nuestra vida en el Evangelio, podemos pedirle a Jesús su ayuda para reconocer las necesidades del prójimo y ofrecerles nuestra asistencia. “Escuchar la palabra ha traído gozo al corazón. Que al obrarla también podamos sentir esa misma alegría. De esta forma no quedaremos solo en buenas intenciones”, expresó el siervo sobre el final de su prédica.

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