Martes 22/11/2022
Este fue el mensaje del Servicio Divino dominical, que por transmisión fue realizado por el Obispo Sergio Pereira junto al Evangelista de Distrito Gustavo Retamoza. Compartimos un resumen de la prédica.
Podemos acceder a un extracto de la palabra, haciendo clic en:
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Servicio Divino de palabra - Domingo 20 de noviembre de 2022
Lo que nos revela el Espíritu Santo
Texto bíblico: Mateo 13:11-12: “Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”
Mensaje: Creemos en las revelaciones del Espíritu Santo.
El versículo bíblico habla de misterios del reino de los cielos y al ser humano siempre le ha gustado saber cosas que para otros están ocultas. En cuanto a la fe, a la vida espiritual, el que revela estos misterios es el Espíritu Santo, que se manifiesta en el ministerio de Apóstol, con la autoridad y la potestad recibida de Jesús.
Así, el Espíritu Santo a través de los Apóstoles nos da a conocer el propósito de Dios para con la humanidad, porque Dios quiere que todos lleguen al conocimiento de la verdad y sean salvos. El Espíritu Santo nos da a conocer las verdades divinas:
-Una verdad divina es que Jesucristo es el Hijo de Dios, que vino a mostrar la esencia de Dios y a dejar un camino para que el ser humano pudiese volver a la eterna y perfecta comunión con su Creador. Queremos conservar esta fe.
En el Santo Sellamiento hemos recibido también el don del Espíritu Santo y queremos que sea “el portero” de nuestra alma, para que no ingrese cualquier cosa en ella y que se pueda ir desarrollando en nosotros la nueva criatura espiritual.
-Otra verdad divina es que Dios ha llamado a su rebaño a la gloria. El que cree en Cristo y en sus enviados, los Apóstoles, puede ser un coheredero con Cristo, un heredero del reino de Dios, ese lugar que Dios nos quiere regalar. En la Sagrada Escritura dice que lo que ojo no vio, lo que oído no oyó, lo que no subió al corazón del hombre, lo que la mente no se imaginó, eso es lo que Dios tiene reservado para los que le aman, los que creen en Él y permanecen en Cristo. Es un reino que no ha de tener fin, donde no tendremos necesidad de ninguna cosa. El mal no va a estar allí y tendremos comunión con Cristo, nada nos va a separar de Dios y podremos vivir en perfecta armonía. “Que podamos guardar en el corazón siempre esa verdad divina”, exhortó el Obispo.
“Para poder alcanzar esa gloria que Dios nos tiene prometida, nos tenemos que fijar prioridades. Nuestro propósito supremo ha de ser de quedar fiel a Dios. Y eso no va en desmedro de nuestra realización personal, de que nos podamos ocupar de nuestra vida y nos vayamos realizando”, explicaba el Obispo. “Pero hay cosas que están primero” y allí tenemos que colocar todas nuestras fuerzas: es el retorno del Señor.
-También es una verdad divina que Jesucristo confió autoridad al apostolado y creer en ello es decisivo para la salvación.
Queremos hacer propio el Evangelio y obrar en consecuencia. “Debería brillar en cada uno de nosotros el amor y la misericordia, porque esto brillaba en Cristo”, expresó el Obispo poco después.
-Otra verdad divina es que Cristo está en medio de la comunidad. Cuando en la comunidad le damos lugar a los pensamientos que tienen origen en Dios, a lo que promueve el Espíritu Santo, entonces vamos a poder vivir la presencia de Cristo entre nosotros cada vez que nos podemos congregar. Tenemos la misma meta, vamos todos al mismo lugar y Dios nos ama a todos con el mismo amor.
Lo que el Espíritu Santo nos va mostrando nos permite seguir caminando hacia el día del Señor. Entonces, que podamos atesorar todo lo que Dios nos da en su casa. Que podamos atesorar esas verdades divinas para poder un día entrar en el reino de los cielos. Y que pueda formar parte de nuestras oraciones el deseo de que Cristo venga pronto.
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