Lunes 19/09/2022
Este fue el mensaje del Servicio Divino dominical, que por transmisión fue realizado por el Obispo Diego Roma. Acompañó en el servir el Evangelista de Distrito Darío Restelli.
Podemos acceder a un extracto de la palabra, haciendo clic en:
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Servicio Divino de palabra – 18 de septiembre de 2022
Tema: Vida cristiana
El nuevo mandamiento
Texto bíblico: Juan 13:34-35: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.
Mensaje: Mostremos a nuestro prójimo que Dios lo ama.
Una de las principales tareas que tenemos como hijos de Dios es anunciar el Evangelio. Para que nuestro testimonio sea creíble debemos cumplir una condición: amarnos unos a otros.
El amor humano y el amor divino
Cristo no habla del amor que se basa en el afecto o la atracción, sino que se refiere al amor divino. El amor de Dios no hace diferencia entre las personas ni impone condiciones. Cristo nos mostró este amor en su paso sobre la tierra. Gracias a Él sabemos que nuestro Padre celestial nos ama.
Este amor divino, que fue colocado en nuestro corazón cuando recibimos el don del Espíritu Santo, debe ser una característica de la nueva criatura. “Se trata de que podamos ser servidores de Jesucristo, llevando su Evangelio y actuando según su ejemplo”, destacó el Obispo al inicio de la hora.
Amor en la comunidad
Este nuevo mandamiento que colocó Jesús está dirigido a todos sus discípulos. Habla de amar a Dios y de amar al prójimo. Jesús nos mostró el amor de Dios y nos toca también a nosotros una tarea: “Mostremos a nuestro prójimo que Dios lo ama”.
Queremos amarnos unos a otros, primeramente en la comunidad. “Si Jesucristo está primero en mi vida, entonces luego voy a querer compartirlo con los demás”, expresó el siervo.
Al igual que Cristo, también queremos amar a nuestros hermanos y hermanas tal como son. Si Cristo no pone condiciones para amarnos, entonces nosotros tampoco lo vamos a hacer. Cristo estuvo en la necesidad del otro, ayudó y consoló. También nosotros compartamos los momentos de alegría y de sufrimiento. Oramos por nuestros hermanos y, si fuera posible, brindamos también una ayuda concreta. “Queremos obrar en consecuencia del amor que recibimos de nuestro Padre celestial”, subrayó el Obispo. “Para lograrlo, primero debemos cambiar nuestro corazón”, agregó unos instantes después.
El amor que sentimos por nuestros hermanos y hermanas se ve reflejado en la necesidad de compartir con ellos la comunión y de celebrar juntos el Servicio Divino.
Amor entre cristianos
Como cristianos tenemos una misión en común. Queremos mirar sobre el bien de los demás y que puedan descubrir el amor que el Señor tiene para ofrecerles. “Que se pueda ver reflejado en cada uno que el amor de Dios está sobre nosotros. Esta es una hermosa tarea”, manifestó el Obispo Roma sobre el final de la hora.
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