Lunes 23/05/2022
"El Espíritu Santo es el poder desde lo alto que nos guía y acompaña". Este fue el mensaje central del Servicio Divino dominical, que por transmisión presidió el Apóstol Guillermo Canessa junto al Anciano de Distrito Javier Ávalos.
Podemos acceder a un extracto de la prédica, haciendo clic en:
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Servicio Divino de palabra – 22 de mayo de 2022
Tema: La espera del Espíritu
El poder desde lo alto
Texto bíblico: Lucas 24:49: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.”
Mensaje: El Espíritu Santo es el poder desde lo alto que nos guía y acompaña.
“El día del Señor está cerca; esta es nuestra certeza y nuestra confianza. No queremos dudar, , no queremos acostumbrarnos sino estar con un corazón abierto a lo que Dios nos regala en cada oportunidad que nos reunimos en su casa, rodeando el altar”, expresaba el Apóstol en sus primeras palabras.
Con ello predisponía el corazón para el desarrollo del texto del día. Estamos muy cerca de la fiesta de Pentecostés y el pasaje citado del Evangelio de Lucas se ubica en el contexto de cuando Cristo se presenta ante algunos discípulos con su cuerpo de resurrección. Después de la crucifixión, ellos se habían vuelto un poco temerosos y se había debilitado su fe. Entonces aquí Cristo les muestra, les enseña, que todo aquello que Él había estado predicando era lo que ahora les tocaba vivir. Al reconocer su presencia, se alegraron. Y Él entonces les encargó que predicaran el arrepentimiento y el perdón en su nombre. Es encargo perdura aún hoy en los Apóstoles y sus enviados.
Les da además una promesa, que también en el tiempo actual sigue vigente: el poder desde lo alto, que es el don del Espíritu Santo. Ellos lo recibieron en Pentecostés y con esto, la fuerza y el valor para poder anunciar el Evangelio de Cristo. Porque, así como les había dicho, “cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16: 13 y siguientes).
El don del Espíritu Santo mora en nuestra alma a partir del Santo Sellamiento. Los seres humanos muchas veces nos acostumbramos a las cosas y no siempre les damos el valor que tienen. ¿Qué lugar le damos al don del Espíritu Santo en nosotros? ¿Qué valor le damos a la fe que Dios nos regaló y a vivir en comunión, en una comunidad?
Dios nos da el poder de lo alto que nos guía y acompaña. Que coloca la fortaleza, la riqueza espiritual, nos hace comprender y nos viste de sus dones. Pero para ello tenemos que darle lugar, para que pueda desarrollarse. Debería cada día predominar por sobre nuestro propio espíritu, dando testimonio de que somos hijos de Dios y que nos preparamos para una eternidad junto a Él. Es una esperanza única, que va más allá de todo lo que nos toque vivir sobre la tierra. Y esto lo vivimos con una confianza sin límites. Porque es Dios el que nos atrajo a la verdad de su Evangelio. Y porque es Jesucristo el que camina a nuestro lado todos los días de la vida.
El Espíritu Santo, ese poder de lo alto, nos hace conocer todas las cosas de Dios, cuando nosotros lo dejamos. Entonces antes de cada decisión, cuando viene una situación a nuestro encuentro, primero lo colocamos en la oración. El Señor en su Espíritu nos dará el valor para seguir adelante y para tomar buenas decisiones. Y luego podremos también llevar el testimonio del Evangelio a otras personas.
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