Esperar al Señor cada día

El domingo 1 de mayo de 2022 la iglesia Muñiz (Buenos Aires, Argentina) celebró el 60º aniversario de su inauguración. Por este motivo, el Apóstol Gerardo Zanotti visitó la comunidad y realizó un Servicio Divino para los 98 fieles que estuvieron presentes.

Comunidad activa
Con bastante antelación, muchos hermanos y hermanas ofrendaron su tiempo en distintas tareas. Todas llevaban el mismo objetivo: preparar la comunidad para el día de su aniversario.
Fue así que se realizaron trabajos de refacción y pintura sobre el edificio de la iglesia. Otro grupo de colaboradores se encargó de los arreglos florales. Hermanas y hermanos prepararon refrigerios que serían compartidos luego de la festiva hora. Los jóvenes ayudaron con los souvenirs y, por último, los más pequeños alegraron los corazones de los invitados con verdaderas obras de arte que se podían contemplar en el ingreso a la comunidad.

Quedar en comunión
Esa mañana, el Apóstol Zanotti estuvo acompañado por el Obispo Luciano Frisardi. La prédica se basó en el texto bíblico de Hebreos 13:15-16: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. “Esperemos al Señor en su palabra, en la oración y en el servir en su casa. Queremos quedar siempre en comunión, no porque el Padre nos obligue, sino porque vivimos en el amor de Cristo”, expresó el Apóstol.
Asimismo, recordó el texto que había sido utilizado aquel 29 de abril de 1962 en ocasión del Servicio Divino de inauguración, Lucas 21:33: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. “Llevamos la convicción en nuestro corazón de que Dios cumple todas sus promesas. Es por ello que, en fieldad y en comunión, esperamos cada día al Señor”.
Finalizada la hora, los fieles de Muñiz pudieron disfrutar de un video con imágenes de la iglesia y de la interpretación de algunos himnos por parte del coro de comunidad. Minutos después llegó el momento de compartir el refrigerio, cantar el “feliz cumpleaños” y recibir los souvenirs. También por todo lo vivido hubo otros tantos regalos que quedarían guardados en el corazón...