Al lado de Jesús

El Apóstol Claudio González visitó dos comunidades de la Patagonia argentina: Trelew y Puerto Madryn. Servicio Divino, institución de ministerios y bodas de oro son solo algunos de los importantes acontecimientos que se llevaron a cabo durante los encuentros celebrados en las dos iglesias.

La Patagonia es una de las regiones geográficas que conforman la República Argentina. Está ubicada en la parte sur del país y la componen varias provincias. Una de ellas es Chubut. Es aquí donde se sitúan las comunidades Trelew y Puerto Madryn.

En la iglesia Trelew, el Servicio Divino fue realizado el sábado 8 de enero por la tarde y asistieron un total de 40 invitados. Al día siguiente, 50 hermanos y hermanas de Puerto Madryn se congregaron en su comunidad para compartir también la hora junto al Apóstol González.

El texto bíblico utilizado en ambas ocasiones fue Mateo 7: 28-29: “Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”.

“Cuando estamos al lado de Jesús, no hay diferencias entre nosotros. Por eso es tan importante estar juntos y profundizar en este sentir. Si colocamos a Cristo en el centro de la comunidad todo es mucho más sencillo”, explicó el Apóstol en uno de los encuentros.

Durante la hora celebrada en Trelew, el Apóstol instituyó a dos hermanos oficiantes en el ministerio de Diácono. Esto trajo mucha alegría a los presentes. “Trabajemos para la Iglesia del futuro. Debemos escuchar y enriquecer a la comunidad, teniendo siempre presente al Evangelio y orando fervientemente por todos los confiados”, fue la exhortación del Apóstol dirigida especialmente a los nuevos portadores de ministerio.

Asimismo, en Puerto Madryn el Apóstol realizó un acto de Santo Sellamiento, la institución de un Pastor para la comunidad y una bendición de bodas de oro: “Hoy puedan estar juntos aquí porque tuvieron 50 años de palabra, fe, esperanza y amor en su vida”, fueron las palabras del siervo a la pareja.

De esta forma terminaba un hermoso fin de semana cargado de emociones y alegrías, como un nuevo impulso para seguir creciendo en la fe y disfrutando de la comunión.