“¡Ahora es un hecho!”

El domingo 12 de septiembre de 2021, los hermanos y hermanas de la iglesia Salto (Uruguay) recibieron con entusiasmo la visita del Apóstol Herman Ernst.

Salto está ubicado sobre el litoral norte de Uruguay y es uno de los 19 departamentos que conforman el país. Su nombre tan característico proviene de los distintos saltos de agua que existen en su territorio.

Hasta allí viajó el Apóstol Herman Ernst para realizar un Servicio Divino que se había postergado a causa de la pandemia de Covid-19. Con mucha expectativa los invitados iban llegando a la comunidad. “En su momento no pudimos recibir al Apóstol por la situación sanitaria que estábamos viviendo, pero ahora su presencia es un hecho”, expresaban sonrientes los siervos de la comunidad. Salto era una fiesta, todos habían aportado su granito de arena para que por dentro y por fuera la iglesia estuviera de gala.

El texto bíblico del día fue 1 Pedro 2: 2-3: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor”.

Durante la prédica, el Apóstol destacó la importancia que tiene para el alma recibir el alimento adecuado: el Evangelio manifestado por el Espíritu Santo. “Recibimos todo tipo de informaciones a través de los medios de comunicación, debemos ser capaces de distinguir lo que es bueno o no para nuestra vida espiritual”, aconsejó.

La comunidad de Salto vivió otro acontecimiento especial en esa mañana: cuatro niños recibieron el don del Espíritu Santo y fue instituido un nuevo Pastor. De esta forma, la hora llegaba a su fin con plena alegría.