“No será igual que antes, será mejor” - Experiencias en relatos y fotografías… (Parte 2)

En esta segunda entrega, compartimos más experiencias de algunos de los hermanos y hermanas que colaboran en las tareas de redacción y fotografía de los distintos eventos de la INA Sud América.

Tiempo de nostalgia
¿Quién no extraña hacer ese camino de siempre para llegar a la comunidad? ¿La recepción de los siervos? ¿Cantar en el coro? ¿Participar de la Santa Cena? Sin embargo, tal como expresó el Apóstol de Distrito Minio en el Servicio Divino de Ascensión, “nos toca permanecer en la paciencia y en el amor”. Mientras tanto el Padre celestial no descuida a sus hijos y nosotros disfrutamos la palabra en casa, junto a los seres queridos.
“Extrañamos volver a realizar las tareas que tanto amamos”, dicen desde Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina) Juan, Karin y Alegría, el equipo multimedios que allí colabora con tanto amor y dedicación.
“Nuestros hermanos, nuestra casa, la Santa Cena, compartir el cuerpo y la sangre de Jesús, son las cosas de las que más sentimos falta”, cuenta Georgina que así manifiesta la familia Luna, de la comunidad Jaihuayco, en Cochabamba (Bolivia). De esa misma comunidad, Marcos expresa: “Lo que más extraño es la calidez de mis hermanos, la alegría del coro y, sobre todo, la celebración del Sacramento”.
“¡Extraño todo! El coro, los hermanos, las flores, el altar, las conversaciones con los siervos, ofrendar, abrazarnos, la enseñanza. Nostalgia por todo”, agrega Christian desde Chile.

El día del reencuentro
“Muchos pensamientos vienen a mí durante estos días, pero las palabras de Jesús ´yo estaré contigo todos los días de tu vida´ se han fortalecido en mi corazón. Rogamos por un pronto reencuentro en la comunidad, cuando nos fundamos en un gran abrazo fraterno. Será emocionante volver a compartir el Sacramento de la Santa Cena, mirar a los ojos del siervo y que me diga: ¡el cuerpo y la sangre de Jesús dados para ti!”, expresa Mónica, quien colabora en eventos en el Gran Buenos Aires.
De la misma zona, Melani comparte sus sentimientos: “Será un gran gozo volver a sentir la calidez de los hermanos, tomar la Santa Cena y compartir en un mismo lugar la comunión con el Padre. Va a ser maravilloso reencontrarnos con nuestros siervos y estoy segura: ¡más de una lágrima de alegría se va a derramar! Además, será dichoso volver a escuchar al coro cantar que, aun sin ensayos, lo hará como nunca, entonando himnos que demuestran sus anhelos de alabar juntos al Padre. No sé cuándo será este día, pero sí sé que no va a ser igual que antes, será mejor”.
Enrique y su esposa Claudia, quienes colaboran en la tarea en Uruguay, imaginan: “el saludo con el siervo que me recibe en la puerta será muy emocionante. Además, viviremos un momento único e inigualable al participar de la comunión con Cristo”.
“A partir de hoy, las iglesias pueden volver a abrir sus puertas...; cuando escuche esta noticia mi corazón comenzará a latir con fuerza y van a caer lágrimas de alegría”, cuenta Karin, quien con cálido amor siempre está dispuesta a colaborar desde Brasil. “Lo difícil, sin dudas, será el reencuentro con los hermanos, porque voy a querer abrazarlos a todos y no sé si vamos a poder, por cuestiones sanitarias. Pero lo más importante ya habrá acontecido: un Servicio Divino en la casa de nuestro Padre”, agrega.

Seguiremos ofrendando
El equipo de fotógrafos y redactores se mantiene activo aun en tiempos de pandemia. Esperando volver a encontrarse en algún Servicio Divino para vivir la palabra y el Sacramento. Pero también para compartir nuevamente esta tarea que siempre regala experiencias de fe, las cuales permanecen guardadas en lo más profundo del alma y otras veces, como hoy, llegan a nosotros en imágenes y palabras.