“¡Finalmente llegó el día!”

Esa fue la expresión más oída entre los fieles de la comunidad Carmelo en la lluviosa mañana del domingo 15 de diciembre. Ese día se realizaría el Servicio Divino conmemorativo del 50º aniversario desde su inauguración.

Carmelo es una ciudad que se encuentra en la confluencia del arroyo Las Vacas con el Río de la Plata, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Colonia, capital del departamento del mismo nombre.
Con la visita del Apóstol Herman Ernst y los Obispos Ariel Varela y Fernando Mendá, una comunidad festiva compartiría allí todo lo preparado para ese día, desde una exposición de fotos sobre la historia de la comunidad y una rica reseña histórica, hasta la infaltable torta, que una vez finalizado el Servicio Divino compartirían todos juntos. A la tarde el coro de distrito haría una presentación, sumándose así a los festejos de la mañana. Hubo un total de 190 concurrentes a la mañana y 140 a la tarde.

Servicio Divino
Para el Servicio Divino festivo, el Apóstol Ernst tomó el texto del Evangelio de Juan 1: 15: “Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.”
En el comienzo, el Apóstol leyó parte de la crónica realizada por los hermanos, destacando que el lugar en el que nos encontrábamos fue y es un lugar de cobijo para los hijos de Dios, donde nuestro Padre se inclina ante nosotros para servirnos.
Así, desde un lejano 30 de noviembre de 1969, fecha de inauguración de esta iglesia, estando presentes en esa instancia el Apóstol de Distrito Federico Lewitus acompañado por los Obispos Francisco Demitrio, José Molfino (Argentina) y Victorio Díaz (Uruguay), la iglesia Carmelo se convirtió en el punto de encuentro para los hermanos y hermanas de la zona.
Colaboraron en el servir ambos Obispos y al término de la hora saludaron junto al Apóstol a cada uno de los concurrentes. Cerrando el festejo, se pudo compartir un trozo de la torta que con tanta dedicación habían preparado para la ocasión.