Liberados de nuestras cadenas

El municipio de General Rodríguez queda a 56 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, en una nublada pero agradable mañana, el domingo 24 de febrero el Apóstol de Distrito Enrique Minio ofició en la iglesia Barrio Güemes, acompañado del Obispo Mario Morales y el Evangelista de Distrito Gustavo Paladino.

El Servicio Divino se basó en el texto de Hechos 12: 7: “Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”.
Este Servicio Divino era una preparación para el Servicio Divino de ayuda para los difuntos del mes de marzo. Al respecto, el Apóstol de Distrito expresaba que para alcanzar la salvación que Dios ofrece, tanto aquí como en el más allá, el primer paso es aceptar a Dios y bautizarse, librarse del pecado original. Luego, decidirse a seguir a Cristo, recibir el Espíritu Santo y renunciar a lo que se opone a Dios. El desarrollo viene escuchando la palabra de Dios. Y la forma de vencer es a través de la comunión con Cristo. Pero siempre está el libre albedrio para decidir.
“Nuestra tarea es interceder”, explicaba más adelante, refiriéndose al ámbito de los difuntos, en la certeza de que “el amor de Dios lo cubre todo”. “Confiemos en eso”, enfatizó el Apóstol de Distrito, invitando también a dejar caer las cadenas que podrían detenernos, a confiar y luchar por alcanzar la meta de nuestra fe.
Colaboraron en el servir el Obispo Morales y el Evangelista de Distrito Paladino. También fue invitado al altar el Pastor dirigente de la comunidad.
Fue celebrada la Santa Cena para los difuntos y finalizado el Servicio Divino el Apóstol de Distrito saludó a los 114 participantes, que se despedían con alegría por el encuentro vivido.