De los dos lados de la cordillera

Domingo 04/02/2018

“El viernes 2 de febrero por la noche recibimos al Apóstol de Distrito en el aeropuerto de Bariloche. Temprano al siguiente día emprendíamos el camino a Osorno, Chile”. Así relatan los hermanos que compartieron el servir del Apóstol de Distrito Enrique Minio en dos comunidades del sur ubicadas a un lado y al otro de la cordillera de los Andes: Osorno (en Chile) y Dina Huapi (Argentina). Reseñamos a continuación la actividad.


Osorno - Chile
Aproximadamente 250 km hay entre Bariloche (en la provincia argentina de Río Negro) y Osorno (en la X Región de Chile). Tras cinco horas de viaje, un poco demorados por el paso fronterizo Cardenal Zamoré y la gran afluencia de turistas, el Apóstol de Distrito y sus acompañantes arribaron a Osorno, donde estaba previsto un Servicio Divino el sábado, a las 15 hs. Este horario un tanto inusual fue previendo que hubiera tiempo suficiente para el regreso, ya que la frontera entre ambos países cierra a las 18 hs.
Se congregaron 29 fieles y alegró entre ellos la presencia del Subdiácono (en descanso) Miguel Sepúlveda, quien con sus 87 años recorrió los 300 km que separan su hogar (en Curacautin) de la comunidad Osorno. Estuvieron también presentes los Evangelistas de Distrito Felix Borie y Arturo Sosa.
Para el Servicio Divino fue leído el texto bíblico de Mateo 6:11 “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. Se efectuó además un acto de Santo Sellamiento, del que participó un hermano, siendo de alegría para la comunidad.

Dina Huapi - Argentina
Con aproximadamente 6.000 habitantes, Dina Huapi se encuentra a 15 km de San Carlos de Bariloche, en Río Negro, Argentina. Un hermoso día de verano enmarcó el encuentro en la pequeña iglesia, donde se congregaron 66 fieles del lugar y algunos miembros de Villa La Angostura. Para este Servicio Divino el Apóstol de Distrito Minio tomó el texto bíblico de 2 Corintios 9: 8: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”.
Entre otras palabras, fue manifestada importancia de poder reconocer quién es Dios y también ver quiénes somos nosotros, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Queremos reflexionar sobre lo que necesitamos para tener comunión eterna con el Padre. Y trabajamos en nuestro corazón para tener la certeza de que, más allá de lo que nos toque vivir, Dios nos ama y está siempre a nuestro lado, brindando lo necesario para transitar nuestro camino. Esto no siempre es conforme a nuestros deseos; no obstante, estos los confiamos también a Dios.
Al término del Servicio Divino el Apóstol de Distrito saludó cordialmente a los fieles, emprendiendo el retorno con alegría por todo lo vivido en ambos encuentros.

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