Jesús nos advierte peligros y nos dice cómo evitarlos

Lunes 28/08/2023

Este domingo, el Servicio Divino de palabra fue realizado por el Apóstol Herman Ernst. Estuvo acompañado en el servir por el Anciano de Distrito Mario Falero.


Podemos acceder a un extracto de la palabra haciendo clic en:
Resumen

O también tenemos la posibilidad de revivir el Servicio Divino en estos dos formatos:
Video
Audio

Servicio Divino de palabra - Domingo 27 de agosto de 2023

Texto bíblico: Lucas 21:36: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”

Mensaje: Jesús nos advierte peligros y nos dice cómo evitarlos.

Para nosotros durante nuestra vida en la tierra todo tiene un antes y un después, todo tiene una cronología, un espacio; nadie puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Pero para Dios, que es eterno, todo es presente. A Él no lo va a sorprender ninguna situación. Cuando nos habla de lo que para nosotros es un futuro, nos está hablando de algo que para Él es presente.
El amado Dios nos pide que tengamos fe en Él. Una y otra vez nos ha dado muestras de que podemos tener completa confianza en Él. Siempre nos va a dar lo que necesitamos, tanto en lo natural como para nuestra alma y nuestro espíritu. Cuando nos invita a prestar atención es porque a través del Espíritu Santo nos está dando lo necesario para estar atentos frente a los peligros.

Jesús nos advierte los peligros de la fe
-En primer lugar, están las situaciones materiales que nos abordan. Cuando las enfrentamos desde nuestro propio parecer, a veces esto inquieta nuestra alma, nuestro corazón y nuestro espíritu. Y nos vamos volviendo tibios para con Dios, nos vamos alejando de esa sabiduría que proviene del santo temor a Dios. Esa tibieza de corazón hace que nuestra vida de fe ocupe en nuestra escala de valores un lugar que no es el primero, un lugar complementario. También muchas veces hace que vayamos perdiendo nuestro primer amor.
-Otro peligro son los falsos profetas de este tiempo, que atraen a la humanidad con promesas, milagros y sanaciones. Pero Cristo dijo: “Mi reino no es de este mundo”. El Señor vino a traernos redención, a que podamos salvar nuestra alma.
-También es un peligro tener una falsa sensación de seguridad, que nos puede llevar a ir tomando distancia de nuestro Padre celestial, a creer que algunas cosas no nos van a hacer cambiar la posición de corazón. Entonces, cuando creamos estar seguros, miremos y no caigamos.
-Otro de los peligros es asumir que como hace tantos años que estamos escuchando que Cristo retornará, dudamos o hacemos conjeturas de esto. Dios es el que sabe todas las cosas. Se trata de que podamos tomar con fe lo que Él nos dice, entregarnos con todo el corazón y esperarlo cada día.
-Finalmente, otro de los peligros es cuando entre los hijos de Dios se produce algún conflicto o situación. No queremos por esto alejarnos de Aquel que nos une en una perfecta comunión. Luchemos por la paz, por la comunión, seamos reconciliables.

¿Cómo nos manejamos ante los peligros de la fe?
Tomémonos un tiempo para meditar acerca del amor de Dios, mirando todo lo que ha sido su gracia y misericordia. Entonces empezaremos a alabar el nombre de Dios, procurando que nuestra vida sea de adoración a Él; el fuego del primer amor va a estar activo en nosotros y sentiremos la paz que viene de lo alto, la bienaventuranza que recibimos en su casa.
Cuando las situaciones quieran desbordarnos, oremos profundamente a Dios, contándole todo lo que nos pasa y lo que estamos pensando. Nuestro Padre celestial nos responderá en lo profundo del alma. Así saldremos llenos de certeza.
No queremos tomar el retorno de Cristo como algo ya sabido, sino prepararnos como su Novia, porque sabemos que en cualquier momento ha de venir.
Lo que nuestros ojos ven dista mucho de la verdadera y completa realidad; entonces colocamos todo en las manos del Padre, amando a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

GALERÍA