Visita confirmada…

Viernes 17/12/2021

Desde el miércoles 8 al domingo 12 de diciembre de 2021, nuestros hermanos y hermanas en Chile pudieron disfrutar la visita del Obispo Mario Morales, quien realizó cuatro Servicios Divinos en diferentes comunidades. En una de ellas, se celebró además la Confirmación.


Luego de dos años sin poder viajar, por causa de la pandemia, el Obispo Morales (Argentina) finalmente pudo aterrizar en Santiago de Chile el miércoles 8 de diciembre. Le esperaba un extenso (y ansiado) programa de actividades, ya que su deseo era visitar la mayor cantidad de iglesias durante los días que durara su estadía en el país trasandino.

La primera de las iglesias que lo recibieron fue Huamachuco. Esta comunidad funciona allí desde el año 2000: ¡ya está muy cerca de cumplir 22 años desde su inauguración! Al día siguiente, el siervo ofició en La Florida, iglesia que está ubica en la comuna chilena que lleva su mismo nombre y que forma parte también de Santiago de Chile. El sábado se vivió una jornada muy especial porque el Obispo realizó el Servicio Divino de Confirmación en la iglesia Marín. Allí 8 niños, junto a su familia y a la comunidad, ansiaban con alegría pronunciar su voto ante el Padre celestial.

“Fue una gran fiesta, plena de alegría, incluso algunos hermanos viajaron desde Concepción -ciudad que está a 500 kilómetros, al sur de Chile- para acompañar a los niños en este importante paso”, cuenta el Evangelista de Distrito Félix Borie.

Ese día la prédica estuvo basada en el texto bíblico de 2 Tesalonicenses 3: 3: “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal”. Sobre el final de la hora los jóvenes confirmados recibieron varios obsequios. En primer lugar, lo más importante: la carta del Apóstol Mayor. También un adorno floral, una Biblia y algunas galletas decoradas con motivos navideños. En total participaron de esta hora 116 invitados.

El itinerario del Obispo Morales terminaría el domingo, con un Servicio Divino en la comunidad San Miguel. Aquí el siervo compartió la hora junto a 50 invitados.

Terminaba así un fin de semana de variadas emociones y el tiempo de espera se diluía ahora en la alegría por todo lo vivido.

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