"Dios se vuelve humano para la humanidad"

Lunes 13/12/2021

Este domingo 12 de diciembre de 2021, el Servicio Divino de palabra fue realizado por el Apóstol Claudio González, acompañado en el servir por el Anciano de Distrito Javier Ávalos.


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Servicio Divino de palabra – 12 de diciembre de 2021

Tema:
Tercer Adviento – La espera

Dios se vuelve humano para la humanidad

Texto bíblico:
Parte de Filipenses 2: 8: “Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

Mensaje: En Adviento recordamos la encarnación y humillación de Dios en Jesucristo.

“En este tiempo de luces, en este tiempo de alegría y de paz, celebramos el verdadero sentido, el verdadero milagro de la Navidad”, expresó el Apóstol al comienzo de la prédica, en alusión al tiempo de Adviento.
Luego fue desarrollando la palabra del día, que se refiere a Jesús tomando la condición de hombre.

“Se humilló a sí mismo”
Jesús, que estaba en la gloria de Dios, se humilló para poder alcanzarnos la salvación. Es decir, abandonó la esfera celestial donde estaba junto a Dios y entró a la esfera de los seres humanos. Por eso decimos que se vuelve humano para la humanidad. “Es importante tener este reconocimiento”, decía el Apóstol. “Jesús nace para nuestra salvación, para reconciliarnos con Dios”. El pecado había oscurecido la relación de la humanidad con Dios y Jesús trajo luz al mundo.

El milagro de la Navidad es el nacimiento de Jesús. Nace en un lugar muy humilde y al poco tiempo sus padres tuvieron que huir y refugiarse con él, porque el rey había ordenado matar a todos los niños: Quería matar a Jesús.

Tal vez María se habrá preguntado por qué ese niño, el Hijo de Dios, tenía que nacer en un lugar
donde no había higiene, por qué tenía que refugiarse. También nosotros a veces pasamos por situaciones donde enfrentamos dificultades y padecemos algún dolor. Así como María podría surgirnos la pregunta de cuál es entonces el favor de Dios en su elección y llamamiento.

Luego en su vida como hombre Jesús tuvo que padecer sed, cansancio, tuvo hambre, sufrió decepciones. Fue un verdadero hombre. En el capítulo 1 del libro de Juan, describe al Verbo hecho carne, refiriéndose a Cristo, y dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros … lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). En esta Navidad, esto nos tiene que dar luz para reconocer el verdadero objetivo que tiene el nacimiento de Jesús sobre la tierra.

Para nuestra salvación
El objetivo de su encarnación no fue alcanzar una vida plena, sino brindarle a la humanidad la salvación y la vida eterna. Para esto, entregó su vida en sacrificio, dio su vida en la cruz. Cuando podemos reconocerlo así, surge en nosotros alabanza a Dios y agradecimiento por su gran amor hacia la humanidad.

En Jesús, el reino de los cielos se había acercado a los hombres. Cristo nos mostró a Dios, nos mostró su amor. Y su objetivo fue venir a salvar a todos, entregando su vida por todos, en plena comunión con Dios, siendo obediente -como dice el texto- hasta el final.

Cuando reflexionamos y reconocemos esto en nuestra fe, cuando reconocemos a Jesús como el Hijo de Dios y como el Salvador, lo reconocemos también como aquel que va a volver y como un modelo a seguir. Porque sabemos que si seguimos sus pasos podremos vivir la promesa: “Y vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo…”. Porque ese Dios hecho hombre ahora nos está preparando un lugar.

Que entonces también nosotros podamos ser obedientes a la palabra, reconocer fervientemente los bienes de gracia y que Jesús se humilló ante nosotros para nuestro crecimiento y maduración espiritual, para que finalmente en el día del retorno de Cristo aquellos que sienten la necesidad de seguirlo, puedan ser de la partida y alcanzar una vida eterna junto a Dios.

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