"El siervo de Dios que sufre"

Lunes 15/03/2021

El Servicio Divino del domingo 14 de marzo fue presidido por el Apóstol Herman Ernst. Lo acompañó en el servir el Anciano de Distrito Daniel Garín. A continuación, un resumen junto a los extractos en audio y video.


Para descargar el resumen en formato PDF, hacer clic en: Resumen

Aquí podrán acceder a los extractos en Audio y Video

Servicio Divino de palabra – 14 de marzo de 2021

El siervo de Dios que sufre

Texto bíblico:
Isaías 53:4-5: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

Mensaje: Jesucristo como siervo es para su Iglesia un ejemplo en el sufrimiento.

En esta palabra, hoy nos toca mirar y valorar lo que Cristo ha hecho por nosotros. Tenemos esta imagen del siervo que sufre. Y en ese proceso, a la vez que sufre, se convierte en el Salvador de toda la humanidad.

Esto se refiere al proceso que ha debido atravesar nuestro Señor Jesucristo por nuestros pecados. Sus contemporáneos en ese momento decían que Jesús había sido abandonado por
Dios, cuando estaba siendo crucificado. También se preguntaban cómo habiendo salvado a tantos, no se podía salvar a sí mismo. No se estaban dando cuenta de que todo lo que estaba padeciendo era por los pecados de los seres humanos, por los de ellos y por los nuestros también. Hoy tenemos una maravillosa oportunidad de mirar hacia nuestro interior, en nuestra alma y ver cuánto valoramos nosotros el sacrificio Jesucristo.

Jesús podría haber renunciado a su sacrificio, a todo lo que tenía por delante y lo que iba viviendo. Incluso se burlaban de él y era escarnecido. Pero lo hizo por amor a ti, por amor a todos nosotros. Como Iglesia de Cristo, somos invitados y alentados a tomar su ejemplo y estar dispuestos a sufrir para seguir al Señor.

Quizás en la vida a algunos les toque pasar sus días sin mayores dificultades y en cambio para otros pareciera que su vida es una secuencia de situaciones difíciles, hasta aparentemente insostenibles. Pero el Señor está con nosotros y sabe todas las cosas. Que nunca lo que el Señor permite nos parezca que es demasiado. No nos toca a nosotros preguntarnos el porqué de cada cosa, sino tomarnos de la gracia que el Señor nos ofrece gratuitamente: la oportunidad de ser salvos, de vivir eternamente junto a Él. Y también la posibilidad de ser primicias con Cristo, de estar entre los primeros que pasarán de la fe a la contemplación para ser de ayuda para todas las almas, de todos los tiempos. Esto nos hace agradecidos.

La palabra de hoy nos pregunta si estamos dispuestos a pasar lo que tengamos por delante y a quedar tomados de la fe, con la certeza de que la ayuda del Señor existe y confiando plenamente en Él.
Muchos también en la actualidad pueden pensar que Dios se ha apartado de la Iglesia de Cristo, porque hay menos cristianos, hay menos personas interesadas en el bien de sus almas.
Nuestro Señor Jesucristo ha dicho que la mies es mucha y los obreros son pocos. Ocupémonos de lo que hace a nuestra vida de fe, que realmente el reino de Dios y su justicia ocupe el primer lugar. Dejemos que las otras cosas sean dadas por añadidura y reconozcamos la gracia que Dios nos ofrece. Porque cuando apreciamos lo que nos toca pasar, sabiendo que produce riqueza para nuestra alma, esto nos da un sustento, una esencia que nos permite ser los artífices de nuestras vidas, no con un espíritu de temor sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7).

Para ello hay un camino que transitar. Como hijos de Dios, miramos al sacrificio de Cristo, lo valoramos y entonces vivimos con confianza. Confesamos a Cristo y desarrollamos en nosotros su amor. Que nada nos detenga en decir que somos hijos de Dios, que portamos el don del Espíritu Santo; que lo experimentamos en la palabra de Dios, que valoramos su sacrificio y que estamos dispuestos a sacrificar a esa vieja criatura, es decir el propio yo, el egoísmo, el egocentrismo, para poder brindarnos y amar al Señor y al prójimo como a nosotros mismos.
Se trata de llevar esa profunda confianza y convicción, y que pueda verse en lo que hablamos y en nuestras obras. Un hijo de Dios vive conforme a lo que cree.

Miramos hacia ese gran futuro. Vale la pena. Y en estos días tan especiales previos a la Semana Santa y la Pascua, miremos al sacrificio de Cristo, a lo que hizo por nosotros y afirmemos nuestro compromiso de seguirle. Formamos parte de la Iglesia de Cristo y nos ha tocado estar en la Obra redentora. Tenemos toda la gracia por delante y su beneficio, ¡aprovechémoslo!

GALERÍA
MÁS NOTICIAS

Community regional abril 2024

Domingo 28/04/2024

Cuarto domingo | Jesús, el Señor

Domingo 28/04/2024

Vida divina

Viernes 26/04/2024

Horas de bendición en Pernambuco

Jueves 25/04/2024

Agradecimiento

Miércoles 24/04/2024

Cristo gobierna en la Iglesia y en nuestro corazón

Lunes 22/04/2024
VER TODAS