Lunes 08/06/2020
En el Servicio Divino de palabra del domingo 7 de junio de 2020 presidió la hora el Apóstol Guillermo Canessa. Lo acompañó en el servir el Obispo Fernando Altare. Compartimos un resumen de la prédica.
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Servicio Divino de palabra – domingo 7 de junio de 2020
Tema: Trinidad
Título: Padre, Hijo y Espíritu Santo
Texto bíblico: 2º Corintios 13:14: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”.
Mensaje: “Creemos en Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.
En el Servicio Divino de palabra del domingo 7 de junio de 2020 presidió la hora el Apóstol Guillermo Canessa. Lo acompañó en el servir el Obispo Fernando Altare.
Al dar comienzo a este nuevo Servicio Divino de palabra, el Apóstol Canessa compartía su alegría de poder estar todos juntos a través de la comunión, utilizando los medios de comunicación que hoy hacen posible seguir afirmando: “Cada uno en su casa y Dios en la casa de todos”, como expresara a continuación.
La palabra del día estuvo centrada en el concepto de la Trinidad y fue mencionado el rasgo característico de las tres personas divinas: ser una sola cosa. Algo que con el razonamiento humano es difícil de entender pero que por medio de la fe podemos creer. Cuando esto es así, Dios entonces se hace poderoso en nuestra alma.
El texto forma parte de la segunda epístola enviada por el Apóstol Pablo a los corintios. Habla de tres elementos importantes también hoy para nuestra fe: la gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo.
-La gracia: En el tiempo que compartió Jesús con los discípulos pudieron recibir sus enseñanzas y experimentar una comunión directa con Él. Hoy nosotros recibimos eso mismo por medio de la palabra y del Sacramento.
• La palabra aumenta nuestra fe y nos brinda claridad para saber qué hacer y cómo hacerlo. Nos nutre, nos ayuda a crecer y madurar espiritualmente. De nuestra parte, queremos abrir el corazón para recibirla y que pueda tener sus efectos.
• El Sacramento (Santa Cena) es una manifestación de la gracia a partir del cual Cristo se hace presente. Nos brinda la comunión con Él. Queremos preguntarnos: ¿Habita Cristo en nosotros? ¿Qué lugar ocupa?
-El amor: “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” (1º Juan 4:16). Quien vive en este sentimiento, ama a Dios y ama al prójimo. Dios es amor y lo demostró al enviar a su Hijo para posibilitar nuestra redención. El amor es también perdón. Dios nos ama y nos perdona, y nos da la posibilidad de vivir con la esperanza de la comunión eterna con Él. Lo que nos toca es ir modificando en nuestra alma todo aquello que no podremos llevar al reino de Dios, siguiendo a Cristo y con el amor de Dios. ¡Que este sentimiento pueda crecer y desarrollarse en nosotros!
-La comunión: El Espíritu Santo nos ayuda a acrecentar nuestra fe, a comprender e interpretar las Sagradas Escrituras, nos lleva al reconocimiento y va volcando en nuestra alma sabiduría. También trae fortaleza y certeza. Y nos permite compartir en la comunidad cosas hermosas. El Espíritu Santo nos lleva a todos con la misma esperanza hacia un mismo día. Tengamos esta certeza en el corazón.
Queremos entonces abrirle el camino para alcanzar ese día. Tomar la decisión es nuestra parte, Dios coloca todo lo necesario. Permitamos que Dios pueda obrar en nosotros, sabiendo que no nos deja solos nunca.
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