Celebración en Ensenada

Durante el último fin de semana, a través de distintas actividades la iglesia Ensenada (Buenos Aires, Argentina) celebró el 50º aniversario de su inauguración. El sábado 9 de diciembre se realizó un concierto de coro y, al día siguiente, los fieles compartieron un festivo Servicio Divino junto al Obispo Leonardo Berardo.

Inicios
Los vecinos de Ensenada comenzaron a oír testimonios de nuestra Iglesia a comienzos de la década del 40. El pionero fue Ottaviano Saucedo, quien ofrecía su hogar para celebrar las primeras reuniones. Poco tiempo después, se alquiló un local. A partir de ese momento, fue creciendo el número de fieles y el 25 de noviembre de 1973 el Apóstol de Distrito Aureliano Martón inauguró la iglesia. Lo acompañó en aquella oportunidad el entonces Apóstol Pablo Bianchi. El Pastor Francisco Spadafora fue el primer dirigente de la comunidad Ensenada.

Presentación musical
El sábado 9 de diciembre, por la tarde, se llevó a cabo un concierto en la iglesia. Además del coro local, participaron de la presentación hermanos y hermanas de Berisso y de La Plata Nº 3. Asimismo, durante el intervalo, los niños de la escuela de música de la Plata dieron una muestra de sus conocimientos musicales. Finalizadas las interpretaciones, los invitados compartieron un refrigerio y recibieron un souvenir.

Cristo, la luz
Al día siguiente, el Obispo Leonardo Berardo compartió junto a los miembros de la comunidad el Servicio Divino dominical. La palabra estuvo basada en el texto bíblico previsto para ese fin de semana: Juan 1:5. “Cristo alumbra las tinieblas del mundo”, fue la premisa del servir.
“Jesucristo es la luz verdadera. Queremos pedir la ayuda a Dios, para seguir a su Hijo y mantener viva la esperanza de su retorno. Dejémonos guiar por nuestro Padre celestial”, expresó el Obispo durante su prédica.
Al finalizar el Servicio Divino, un grupo de hermanos y hermanas que habían estado presentes el día de la inauguración, acompañados del Obispo y los portadores de ministerio presentes, se tomaron una foto junto al altar.
Fue una hermosa jornada de alegría, recuerdos y reencuentros.