¡Que nada afecte nuestra bienaventuranza!

El 20 de marzo de 2021 se cumplirán 10 años de la ordenación del Apóstol Herman Ernst en su ministerio. Este hecho nos pareció una hermosa “excusa” para entrevistarlo.

Breve descripción personal

¿Edad?
54 años.

¿Ciudad en la que reside?
Alterno entre Colonia del Sacramento y Montevideo debido a mi trabajo material.

¿Primera comunidad a la que concurrió?
Colonia Nº 1 hasta los 7 años, después Colonia Nº 2.

¿Un recuerdo del día de su Confirmación?
Presidió el Servicio Divino el Obispo Carlos Cavallieri. Estábamos tan nerviosos que, a pesar de la cantidad que éramos, expresamos el voto de Confirmación con un volumen bajo. Entonces el Obispo nos pidió que lo dijéramos de nuevo. En esa segunda oportunidad, dejando los nervios y la vergüenza a un lado, recuerdo haber sentido y vivido el momento con intensa profundidad.

¿Cuándo recibió el ministerio de Apóstol?
El 20 de marzo de 2011.

¿Algo que haya aprendido colaborando como portador de ministerio?
Que es Jesús, y únicamente Él, quien dirige su Iglesia. Aprender a esperar en Él en todas las situaciones es una fuente inagotable de experiencias de fe que enriquecen la vida y el alma.

¿Un pasatiempo?
Hacer algo de deportes.

¿Una comida favorita?
Sinceramente no tengo, solo que lo dulce es una debilidad.

Con relación a la tarea confiada para la atención de la juventud, ¿cuáles son sus expectativas a mediano y largo plazo?
Poder fortalecer la comunión de todos los jóvenes. Que quienes hayan tomado distancia, puedan volver a disfrutarla. Poder experimentar el vínculo que los une, la alegría de la fe compartida, la paz que da la confianza en el Señor y las fuerzas de la comunión, sé que los atraerá nuevamente a la vida activa en la comunidad.

Actualmente, en toda el área del Apóstol de Distrito comenzaron también a colaborar referentes de la juventud. ¿De qué se trata esta responsabilidad y quiénes la llevan adelante?
La atención y cuidado de la juventud requiere de organización, cercanía, escucha activa, empatía y colaboración conjunta, considerando las características de cada región, en cada país, y todo dentro del marco de la Visión y Misión de nuestra Iglesia. Para ello, contamos básicamente con tres áreas de responsabilidad que colaboran con Coordinación de Juventud y que nuclean a los seis países. Son:
–Responsables de juventud (por país): Velan por la conjunción del cuidado espiritual y de las actividades de la juventud, considerando especialmente las características y posibilidades de cada lugar.
–Siervo de juventud (por distrito): Es quien vela por el fundamento espiritual que debe tener cada actividad, también por la contención y ayuda espiritual para cada joven.
–Referentes de juventud (por distrito): Son quienes organizan y llevan adelante las diferentes actividades que se proponen desde Coordinación de juventud. En muchos casos son matrimonios, en ocasiones con hijos jóvenes, que viven junto a ellos todo el entusiasmo y la energía que el amor al Señor y su Obra despierta. Por su cercanía a los jóvenes, también facilitan el vínculo con el siervo de juventud. Son líderes motivadores que con sentir apostólico fomentan en las comunidades y distritos las diferentes actividades, en procura de fortalecer la comunión entre los jóvenes y en la comunidad, la proclamación y vida según el Evangelio, y una activa ayuda al prójimo.

El Apóstol Mayor nos ha dado como lema 2021 “Cristo, nuestro futuro”. ¿Cómo podríamos los jóvenes aplicar este lema en la vida cotidiana?
Lo vincularía estrechamente con la palabra de Mateo 6:33. Cada joven está en una etapa de la vida donde forja su futuro. Es importante entonces recordar y sentir siempre la seguridad de que la única certeza que tenemos en nuestra vida es que el Señor cumple todas sus promesas ¡y que Cristo viene a buscarnos! El futuro que procuran con su esfuerzo y sacrificio les permitirá experimentar logros y satisfacciones; el que construimos, recordando que Cristo es nuestro futuro, será glorioso y eterno.

Finalmente, un mensaje o deseo que le gustaría compartir con la juventud para este año.
Somos hijos de Dios, elegidos por gracia. No tememos al futuro, sabemos que depende de nosotros permanecer fieles y que el Señor nos da todo para lograr el gran objetivo que nos ha propuesto. Nada nos podrá apartar del amor de Dios (Romanos 8:38-40). ¡Que nada afecte nuestra bienaventuranza!

*Todas las fotos son de archivo.

Más información en: bit.ly/JNARevista_2021Enero

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