Lunes 07/12/2020
Compartimos un resumen del Servicio Divino del domingo 6 de diciembre, presidido por el Apóstol Gerardo Zanotti. Lo acompañó en el servir el Evangelista de Distrito Oscar Annoni.
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Servicio Divino de palabra – domingo 6 de diciembre de 2020
Segundo Adviento
Tema: El Señor que viene
Jesucristo muestra cómo es Dios
Texto bíblico: 1 Juan 5:20: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.”
Mensaje: En Jesucristo podemos reconocer a Dios.
“Que nada nos impida disfrutar de esta hora …de vivir esa comunión entrañable con el Padre para que nos permita vivir y sentir las mismas cosas”. Con este deseo el Apóstol Zanotti daba comienzo a la hora del Servicio Divino de palabra, para este segundo domingo de Adviento.
La fe
Poder creer, es un hecho de gracia de Dios. No todos pueden creer. Por fe creemos que Dios es nuestro Padre, que nos ama, confiamos en Él y queremos alcanzar la comunión con Él, en el cumplimiento de su promesa. Y como dice en la Escritura, para el que cree todo es posible. Entonces la fe es el primer escalón.
El entendimiento
Pero aun si creemos, a veces no entendemos a Dios. Entonces se agrega otro elemento: el entendimiento, que viene a través de nuestro Señor Jesucristo y de la manifestación del Espíritu Santo. Dice en Juan 16:13-14: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber”.
Cada uno de nosotros puede desarrollar el vínculo con ese don del Espíritu Santo que hemos recibido en el Santo Sellamiento. El Espíritu Santo nos hace entender.
Jesucristo nació como hombre entre los hombres pero también como Dios entre los hombres. Y vino a mostrar al Padre. Quisiera que podamos reflexionar en los sucesos de la Escritura, porque no son solo cosas que sucedieron hace cientos de años, sino que esas personas somos también nosotros. En otro tiempo y lugar, pero lo que pasa por el corazón es lo mismo.
Queremos aprender, porque el entendimiento enriquece a la fe. Es el segundo escalón, que nos permite entender cómo “funciona” la patria celestial, la relación del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Dios, en su amor, nos dio garantías, le dio a la humanidad diversas promesas. Dice en Efesios 1:13-14 que “…habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”. El don del Espíritu Santo que nos fue dado por gracia es la garantía de la herencia que tiene preparada para cada uno de nosotros. Pero, como decíamos antes, es necesario que nos vinculemos con ese don. Es importante que también entendamos lo que por fe creemos.
Cristo nos muestra…
¿Para qué queremos saber cómo es el Padre y la patria celestial? Para enriquecer nuestra fe, porque esperamos ir allá. Esa patria tiene sus propias “reglas” y necesitamos conocerlas. Son diferentes a las que rigen aquí sobre la tierra, entre las personas. Entonces Cristo vino a mostrarnos cómo es Dios y esa patria que nos espera. ¿Qué es necesario para vivir allí, en esa patria celestial? Cristo nos mostró la importancia de recibir el perdón de los pecados, de amar y servir a Dios y al prójimo, nos mostró el significado de los mandamientos divinos. Es decir, Cristo nos muestra cómo es Dios, cuáles son los “códigos”, cómo son las cosas en la casa de nuestro Padre.
Cristo nos muestra y nos enseña; luego viene nuestra parte: la de trabajar, retener eso que nos enseña y ponerlo por obra. A través del entendimiento, aspiramos a tener la misma relación de Jesucristo con el Padre, ser una sola cosa y ser también como Cristo en nuestra relación con el prójimo.
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