“Inconfundibles ante los ojos de Dios”

Lunes 11/07/2016

El domingo 3 de julio, en la comunidad de Villa Bosch (ubicada en el noroeste del conurbano bonaerense) dos acontecimientos harían de ese un Servicio Divino doblemente especial: por un lado, se celebraba el Oficio en ayuda para los difuntos; por otro, el festejo del 60° aniversario desde la inauguración de la iglesia. El Apóstol Gerardo Zanotti presidió esta hora junto al Obispo Marcelo Boggio y a los 208 creyentes que se habían congregado.


Acompañaron también el Anciano de Distrito Jorge Segarra, así como los dirigentes y siervos del distrito e invitados que alguna vez formaron parte de la comunidad.
El día comenzó con un hermoso encuentro entre los niños de la comunidad y el Apóstol Zanotti: los pequeños pasaron por la sacristía para entregarle un presente donde cada uno había expresado un sentir. Él con una gran sonrisa en el rostro les pudo expresar: “Dios nos conoce a la perfección y por más que hoy vinieron en un gran grupo, aquí está escrito el sentir de cada uno. Así también Dios nos mira y nos conoce, uno por uno”.
El Apóstol, ya en el altar, basó su servir en el texto bíblico de Ezequiel 34:12: “Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad”.
Al comienzo también dio lectura a una reseña de la comunidad, repasando los puntos más destacados de su historia. Los primeros testimonios se remontan al año 1950. La inauguración de la iglesia fue el 1º de julio de 1956, en un Servicio Divino oficiado por el Apóstol Glessmann.
En el inicio de la prédica, el Apóstol manifestaba que Dios, nuestro Padre, el que creó todas las cosas, nos mira uno por uno. Somos únicos e irrepetibles ante sus ojos de Dios, tanto nosotros como las almas que están en la eternidad: “Él nos conoce a cada uno, somos inconfundibles”, expresó. Luego también en relación al texto bíblico, explicaba que aquel pueblo de Dios tuvo que pasar por distintas pruebas. Y puntualmente esta palabra habla de un pueblo esparcido, pero también de una promesa: de que el buen Pastor, aquel que reconoce a cada una de sus ovejas, las va a ir a buscar, una por una, a las del más allá y a las del más acá.
Colaboró en el servir el Obispo Marcelo Boggio (quien fuera Pastor dirigente de la comunidad entre los años 1987-1992).

Por la tarde de ese lluvioso domingo, se realizó un concierto donde tres coros deleitaron a los 160 participantes con una presentación musical, siguiendo así con los festejos de aniversario. A las 17 hs. el coro de la comunidad daba inicio al encuentro; seguiría el conjunto instrumental del distrito junto con el coro de juventud, y luego el coro de distrito. Como cierre, los tres coros se reunieron frente al altar para entonar el himno regional “El Señor es mi luz”.

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