Villa Paranacito: “Gozo a pesar de las tribulaciones”

Viernes 01/07/2016

Villa Paranacito es la cabecera del departamento Islas del Ibicuy, provincia de Entre Ríos, a 170 km de Buenos Aires. Ubicada en la confluencia de los ríos Paraná y Uruguay, es una ciudad atípica, con calles de tierra firme pero también rodeada de arterias de agua: ríos, canales y arroyos. Por ello, uno de los medios de transporte más utilizados son las lanchas. Pero sucede que desde mediados de diciembre de 2015, se vio fuertemente afectada por la prolongada creciente que experimentó el Río Paraná con zonas inundadas y considerables pérdidas materiales.


En esta localidad viven aproximadamente 20 fieles nuevoapostólicos. El Pastor Sergio Calvia y el Diácono Ezequiel Hernandez junto a hermanos del distrito 60 tienen a su cargo la asistencia espiritual de esta región. Los Servicios Divinos se venían realizando en la casa de un hermano. Pero con las fuertes precipitaciones, este hogar quedó anegado. Ante esta situación, durante la inundación los siervos visitaban cada uno de los hogares compartiendo la palabra y la Santa Cena. En los casos en que no se podía acceder a ellos, el encuentro se desarrollaba a la orilla del río o a la vera del camino.
No obstante, las alegrías no tardarían en llegar.
El sábado 11 de junio recibieron con alegría la visita del Obispo Oscar Fernández, acompañado por el Evangelista Pedro Ramis. Con el deseo de participar, algunos fieles viajaron hasta dos horas de ida y dos horas de vuelta en “piragua”, atravesando los campos anegados, incluso saltando alambrados tapados por el agua y los camalotes que se juntaban, traídos por la corriente.
La ayuda material tampoco tardó en llegar. Desde el comienzo de la inundación, las comunidades del distrito se pusieron en campaña con la recolección de alimentos, ropa, elementos de higiene, botas de lluvia. Semana tras semana son llevados por siervos y jóvenes y repartidos entre los habitantes del lugar. También la Iglesia pudo adquirir un pequeño motor para uno de los botes, con el que se trasladan algunas hermanas.
A pesar de la difícil situación, se pudo ver en nuestros hermanos el gozo y el agradecimiento por la atención recibida, con el firme anhelo de que la situación se pueda normalizar para volver a reunirse como comunidad (lo cual está previsto para cuando el agua baje y sean totalmente abiertos los caminos de acceso).
Ese fin de semana el Obispo también visitó la ciudad de Gualeguaychú, presidiendo una reunión para portadores de ministerio, y Gualeguay, donde ofició el Servicio Divino dominical bajo la palabra bíblica de 2 Corintios 7: 4-5. La prédica giró en torno a la posibilidad de tener gozo a pesar de las tribulaciones, lo que significó una hermosa coincidencia con lo que se había podido ver y vivir junto a los hermanos.

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