Oír la voluntad de Dios, vivir en el Evangelio

¡Finalmente! El lunes 4 de abril de 2016 por la tarde el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider realizó el esperado Servicio Divino en un predio ubicado entre las ciudades de Bahía Blanca y Punta Alta (Provincia de Buenos Aires). Compartimos un resumen del ansiado encuentro.

El lugar de reunión fue el predio SMATA. El Apóstol Mayor Schneider estuvo acompañado por el Apóstol de Distrito Enrique Minio (Argentina), el Apóstol de Distrito Raúl Montes de Oca (Brasil), el Ayudante Apóstol de Distrito Frank Dzur (Canadá), así como también por todos los Apóstoles de Argentina y Uruguay, el Obispo Mario Morales (competente en el lugar) y los dirigentes de distrito de la región. Del evento participaron fieles de Punta Alta, Coronel Suárez y Bahía Blanca, más algunos invitados. En total, hubo 1.616 participantes.
Al llegar al predio, el Apóstol Mayor fue recibido por un coro de niños de la escuela y preescuela dominical. Luego, se dirigió a ellos y les dijo que si querían ser felices y tener bendición completa, debían hacer algo: ser obedientes a Dios. ¿Cómo podemos saber lo que Dios quiere que hagamos? Es sencillo, Dios les dice a mamá y papá lo que quiere que hagan. Entonces mamá y papá nos dicen lo que Dios quiere que hagamos. ¡Y así funciona!, expresó el Apóstol Mayor.
Durante el Servicio Divino el aporte musical fue ofrecido por coros formados por hermanos y hermanas de los tres distritos. Un coro, lo integraban niños de la escuela de religión y año de confirmación, e integrantes de la escuela de música. Otro, formado por jóvenes. Y un tercer coro general, estaba integrado en este caso por coros de comunidad de los tres distritos.
Como base para su servir el Apóstol Mayor leyó el texto bíblico de Josué 6:20: Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.
En el desarrollo de la prédica, entre otras cosas manifestó que Dios quería demostrarle al pueblo de Israel que ellos no podían salvarse a sí mismos. Él debía salvarlos. Todo lo que tenían que hacer era ser obedientes. Trasladando esto a nuestra vida de fe, expresó entonces que queremos entrar al reino de Dios, pero para poder hacerlo debemos vencer al maligno. Ningún hombre puede hacer eso. Sólo Dios puede salvarnos. Y nosotros debemos hacer algo para que Dios pueda salvarnos. ¿Qué tenemos que hacer? Resumidamente:
- Vivir cada día respetando los mandamientos de Dios y de acuerdo al Evangelio
- Seguir la enseñanza de los Apóstoles. Es importante oír la voluntad de Dios y actuar acordemente.
- Trabajar unidos, pues uno no puede ser salvo estando aislado. Uno sólo puede ser salvo formando parte del cuerpo de Cristo. Dios quiere que su pueblo sea uno.
- Esperando, sabiendo que el día llegará. ¡Seamos pacientes! Que Dios no haya venido aún, no significa que el Evangelio no sea verdad.

Colaboraron en el servir el Apóstol de Distrito Montes de Oca, el Apóstol Zanotti (de Argentina) y el Ayudante Apóstol de Distrito Dzur.
Al finalizar, el Apóstol Mayor se dirigió aún a los padres y también les dio una tarea: Deben saber que son herramientas en las manos de Dios. Y eso es muy importante que lo sepamos cuando les decimos a nuestros niños que hagan algo.