Dos alegres encuentros

El sábado 16 de agosto, dos comunidades de Buenos Aires fueron sede de Servicios Divinos para niños. En la iglesia Burzaco, el Obispo Diego Batista presidió la hora. Y en Villa Nueva, el servir estuvo a cargo del Obispo Diego Roma.

Hacer el bien

Unos 114 niños junto a sus familias se congregaron en la iglesia Burzaco el sábado 16 de agosto, para compartir un Servicio Divino especialmente dedicado a ellos.

La comunidad había sido decorada con mucho amor por los colaboradores. En la entrada, por ejemplo, se colocaron cintas, globos y flores de distintos tipos y colores. Asimismo, en el altar podía leerse el lema para este año: "Es tiempo de hacer el bien”.

El texto bíblico de Gálatas 6:9-10 fue la base de la prédica. “¿Qué es hacer el bien?”, “¿Qué sienten cuando ayudan a alguien?”, fueron algunas de varias preguntas sobre las que reflexionaron el Obispo Batista y los niños, destacándose además la importancia de agradecer a Dios por todas las cosas que nos brinda. La Diaconisa Karina Pérez participó también del servir.

Al finalizar la hora, los niños le entregaron al Obispo una caja con dibujos. La habían preparado para que cuando él visite a algún hermano o hermana, se los pueda regalar en nombre de ellos.

Alabamos la creación

Una celebración similar se vivió en la iglesia Villa Nueva, en la ciudad de Quilmes (sur del Gran Buenos Aires). Aquí ofició el Obispo Roma. Su prédica se basó en Salmos 104:24 y el agradecimiento también fue uno de los puntos importantes. “Dios ha creado todas las cosas que necesitamos, por eso le agradecemos alabando y protegiendo su creación”, expresó durante su servir, que se apoyó además en ilustraciones y actividades didácticas.

El Obispo explicó luego que una forma de agradecer a Dios es sirviendo en la Iglesia y brindándole ayuda al prójimo. “¡Todo el tiempo que dedicamos a nuestro Padre celestial es bueno!”, afirmó.

Después de la prédica, los niños y sus maestras crearon collages de fotos y dibujos representando motivos de agradecimiento a Dios. La jornada culminó con un refrigerio y una fotografía grupal.