Viernes 11/07/2025
Este domingo, el Apóstol de Distrito Enrique Minio, acompañado del Obispo Alejandro Granja, celebró el Servicio Divino en ayuda para los difuntos en la iglesia San Justo Nº 2. Además de los anfitriones, participaron como invitados los fieles de San Justo Nº 1 (Buenos Aires, Argentina).
San Justo es una de las localidades que conforma el municipio de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires. Se encuentra a pocos minutos de la Capital Federal. Aquí unos 230 hermanos y hermanas de las iglesias San Justo N° 1 y San Justo N° 2, se reunieron para compartir el segundo Servicio Divino en ayuda para los difuntos del año.
La iglesia San Justo Nº 2 se preparó especialmente para recibir a los invitados. Los coros de ambas comunidades, que se habían reunido previamente a ensayar los himnos, brindaron los aportes musicales.
La cita bíblica del día (Colosenses 1:21-23) exhortó a los fieles a tomar a Cristo como modelo y camino a seguir. Esta palabra “es para aquellos que aún no conocen a Dios, para los que se han apartado un poco de su camino y para quienes reafirman cada día su sentir en Cristo y desean continuar por la senda que Él trazó”, fue el primer concepto expresado por el Apóstol de Distrito.
Asimismo, la prédica exhortó a creer en el efecto de los Sacramentos para la salvación del alma. A través del Santo Bautismo con agua somos librados del pecado original. Por medio del Santo Sellamiento recibimos el don del Espíritu Santo, una fuerza que nos posibilita tener dominio propio y nos ayuda a renunciar al mal cada día. Por último, la Santa Cena, que nos permite experimentar la comunión con Cristo en cada Servicio Divino. “A pesar de nuestros errores, Dios nos ama. Y todo lo que Él nos ofrece también es brindado a las almas del más allá”, aseguró el Apóstol de Distrito.
El momento culminante de la hora tuvo lugar cuando fueron donados los Sacramentos para los difuntos. Durante una alocución previa, el Obispo Granja manifestó: “Qué hermoso es saber que para el Señor no hay extraños. Jesucristo resolvió todas diferencias y nos reconcilia”.
Finalizado el Servicio Divino, los fieles emprendían el retorno a sus hogares. En la puerta de la comunidad, recibieron un delicado souvenir del día.