Jueves 15/05/2025
El miércoles 7 de mayo, el Apóstol de Distrito Enrique Minio presidió un Servicio Divino en la iglesia Monte Grande Nº 3 (Argentina). Junto a los fieles locales, participó también la comunidad de Luis Guillón.
A unos 28 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra la localidad de Monte Grande. En este lugar nuestra Iglesia cuenta con cuatro comunidades activas. Una de ellas es Monte Grande Nº 3, inaugurada el 27 de diciembre de 1987.
Los hermanos y hermanas de las comunidades participantes esperaban con ansias el Servicio Divino. El anuncio de la festiva hora se replicó en los encuentros previos y por diferentes medios digitales. Los coros de las dos iglesias se unieron para esta especial ocasión. Asimismo, hubo un ensamble instrumental que interpretó algunas obras antes del inicio de la hora.
“Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí”. El texto de Lucas 22:28-29 fue la base de la prédica. El Apóstol de Distrito Enrique Minio estuvo acompañado por el Obispo Diego Batista y portadores de ministerio del distrito.
Comenzó su servir con una pregunta: “¿Hay alguno de nosotros que en el transcurso de la vida no haya pasado por circunstancias especiales o luchas?”. Luego de un instante de silencio, agregó: “Ellas forman parte de nuestra vida”. Pero a veces ponen en juego nuestra fidelidad y corremos el riesgo de tomar un camino por fuera de la voluntad de Dios.
Para sobrellevar estas situaciones, el Apóstol de Distrito compartió un consejo: “Luchemos por encontrar un equilibrio y que lo material no sea más importante que la fe. Dios colocará en nuestra vida todo lo necesario para alcanzar la salvación. No nos cansemos de hacer el bien”. Más adelante expresó: “Cristo ayuda a aquellos que quedan fieles en las pruebas. Dios nos ama, ¡tomemos siempre el camino de su voluntad!”
Participaron de la prédica el dirigente de distrito Sebastián Carabajal y los dirigentes de las comunidades Monte Grande Nº 3 y Luis Guillón.
Luego del Servicio Divino, los portadores de ministerio e invitados compartieron momentos amenos donde no faltaron charlas y saludos. De esta forma, terminaba una hermosa hora en comunión.