Confiar, servir y amar como Jesús

Domingo 30/03/2025

Culminando su visita a la INA Sud América, que había comenzado una semana atrás, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider ofició el domingo 30 de marzo en la Iglesia Central Buenos Aires. En este Servicio Divino, dio al Apóstol Herman Ernst el nombramiento como Ayudante Apóstol de Distrito para el área y ordenó al dirigente de distrito Alfredo Silveira en el ministerio de Apóstol para Uruguay.


En Buenos Aires una mañana muy soleada y de temperatura agradable enmarcó el Servicio Divino, que comenzó a las 10 horas. Fue transmitido en vivo en las comunidades de los países de habla hispana: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay. De manera presencial, participaron en la iglesia Central Buenos Aires 1323 fieles.

El hermoso marco musical lo brindó un coro compuesto por diversos coros de juventud y también un coro de niños, junto a la Orquesta estable de la INA.

Para la prédica fue leído el texto bíblico de Juan 13:5: “Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido”.

Confiar, también cuando no comprendemos
En el comienzo, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider hizo referencia a que este Servicio Divino se da en el tiempo previo a la Pascua, en el cual solemos recordar sucesos tristes y el sufrimiento de Jesús. “Pero cuando leemos el Evangelio, nos damos cuenta de que ese no era el final”, agregó, explicando que Jesucristo aceptó librar la batalla contra el maligno y vencerlo. “Lo hizo por amor a nosotros”, para librarnos del mal. “Jesús sabía lo que iba a suceder. Pero también sabía que volvería con su Padre y que Él le daría la fortaleza necesaria”, continuó el Apóstol Mayor.
Nosotros también conocemos nuestro futuro y destino: ir con el Padre. Sabemos que nos dará todo lo que necesitamos para que entremos en su reino. Nuestra salvación no depende de las circunstancias que vivimos. “Tu salvación depende de tu voluntad. Si quieres ser salvo, debes seguir el camino de Jesucristo. Con la fortaleza y la gracia de Dios, podrás entrar”, enfatizó el Apóstol Mayor.

Jesús nos santifica
Pero para los discípulos todo era muy raro y no podían entenderlo. Jesús les lavó los pies, algo que en aquel entonces era una tarea usual de los esclavos. Ahora, su Maestro era el que les lavaba los pies. Con este acto Jesús les explicó que, como Hijo de Dios, vino a la tierra no para ser servido sino para servir. “Jesús vino a santificarnos para que podamos participar en el reino de Dios”.

Un segundo punto: el Señor nos da el Evangelio, el perdón y la Santa Cena. Algunos podrían decir: ¿no hay otra forma? No podemos elegir cómo ser salvos, necesitamos seguir las condiciones establecidas por Jesucristo. “Tomemos lo que Él nos da, porque esa es la forma de ser salvos”.

Nuestra voluntad
Junto a los otros discípulos también estaba Judas, el traidor. Jesús le lavó los pies. Pero dijo que todos estaban limpios, excepto uno. Porque su posición de corazón no era pura. Para ser salvos no alcanza con participar de los Servicios Divinos, recibir el perdón y la Santa Cena. Es necesario pero no suficiente. “Depende de nuestro corazón, de nuestra voluntad de ser salvos y de nuestro comportamiento”, explicó el Apóstol Mayor.

Luego profundizó otro punto: Todos los que serán salvos recibirán la misma vida eterna. Pero no todos serán salvos. Es una realidad divina de la que debemos ser conscientes. No podemos saber quién será salvo. La decisión final será de Jesucristo.

A veces tenemos la misma sensación que los discípulos. Lo que sucedía no tenía sentido. Hay cosas que tampoco podemos comprender. El mensaje de esta historia es: necesitamos tener fe y aceptar, no lo puedo comprender, pero confío.

Servir como Jesús
Finalmente, Cristo les pidió que hicieran lo que Él les había mostrado. Necesitamos también contribuir a que el otro reciba la salvación. Debemos ayudarnos unos a otros a estar preparados como lo hizo Jesucristo: como un siervo digno. El fundamento de nuestro servir, es lo que Jesucristo hizo y hace con nosotros. Servimos porque Jesús nos sirve.

Perdonar y amar como Jesús

La salvación de nuestro prójimo no depende de nuestro perdón. Puede ser salvo aunque yo no lo haya perdonado nunca. Pero yo necesito perdonar para ser limpio. La única forma de entrar en el reino de Dios es llegar a ser como Cristo. Entonces, así como Jesús perdona, yo debo perdonar. Y amamos al prójimo sin condición, así como lo hizo Jesucristo. Él no castigó a Judas. Dejemos que Dios decida sobre la salvación de nuestro prójimo.

Colaboró en el servir el Apóstol de Distrito Michael Deppner (de República Democrática del Congo Oeste). A continuación fue celebrada la Santa Cena con la comunidad y también para los difuntos, recibiendo el Sacramento en su representación los Apóstoles Herman Ernst y Claudio González.

Una ordenación y un nombramiento
“Para poder seguir dando pasos hacia el futuro”: Así introdujo el Apóstol Mayor los actos de nombramiento del Apóstol Herman Ernst como Ayudante Apóstol de Distrito y la ordenación del dirigente de distrito Alfredo Silveira como Apóstol para Uruguay. Agradeció a ambos por aceptar esta tarea, asegurando que recibirán para ello la ayuda de Dios.
Antes de despedirse, el Apóstol Mayor expresó su agradecimiento, en especial a los jóvenes y niños, por todo lo realizado para poder vivir este Servicio Divino. “¡Sigan esperando al Señor de esta forma!”, fue el saludo final para luego oír aún un himno que en este caso fue interpretado por un coro de niños. Sus voces cautivaron a los invitados, que agradecieron con un espontáneo y efusivo aplauso.

Está previsto que por la tarde del domingo, el Servicio Divino sea retransmitido:

- a las 19 hs por: vivo.inasud.org
- a las 20 hs, en portugués, por: vivobr.inasud.org

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