Viernes 21/02/2025
Cuatro veces por año, los Obispos de la Iglesia regional realizan el Servicio Divino en comunidades fuera de su área de atención, una oportunidad para compartir “el mismo pan espiritual” pero a través de diferentes dones. Compartimos en esta oportunidad tres de las visitas realizadas en Argentina en el mes de febrero de 2025.
Villa de Merlo: “Permaneced en mi amor”
El Obispo Alejandro Granja (de Argentina) atiende comunidades en el Gran Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires (Argentina) y también en Chile. El domingo 2 de febrero, ofició en la iglesia Villa de Merlo, acompañado por el dirigente de distrito Juan Heidemann y siervos de la comunidad.
La iglesia se ubica en la ciudad homónima, en el noreste de la provincia de San Luis, a 190 km de su capital y a unos 790 km de Buenos Aires. La Sierra de Comechingones, los arroyos de montaña y la selva nativa resultan un atractivo para miles de turistas que la visitan anualmente.
El servir estuvo basado en la palabra de Juan 15, versículos 9 y 11: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”. Al respecto, el Obispo expresó: “A veces nuestra memoria falla, pero Dios vuelve a decirnos: "¡Yo te amo!"”. Por otra parte, nuestro prójimo es aquel que está necesitado y Dios lo ama también a través nuestro, explicó. Dejemos que nuestro corazón sea guiado por el sentir de Jesucristo. Podemos estar en comunión a pesar de nuestras diferencias. Y ese amor que recibimos de Dios, deseamos transmitirlo a otros.
Participaron 58 fieles en total, incluido un invitado que visitaba por primera vez nuestra Iglesia. Una vez terminado el Servicio Divino el coro entonó algunos himnos, sumándose el Obispo a cantar. Finalmente se compartió un refrigerio con la comunidad.
Villa Podestá: “No tengas temor, no me olvido de ti”
Comunidades en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, así como el Partido de La Plata, la Costa Atlántica y las provincias de Cuyo (Argentina), integran el área donde colabora el Obispo Leonardo Berardo. El miércoles 12 de febrero ofició en la iglesia Villa Podestá, en el partido de Lanús. Le acompañó el dirigente de distrito Gustavo Farías, junto a portadores de ministerio locales.
En su oración inicial, rogó que “con el mismo pan, todos podamos ser igualmente fortalecidos”. A continuación, basó su servir en el texto de 1 Pedro 5:7: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. El mensaje del día: “Seamos humildes y confiemos en Dios”, fue el eje de la prédica. Luego de explicar muy brevemente el contexto por el cual Pedro había expresado esas palabras en aquel entonces, lo relacionó con la actualidad, mencionando que quizás hoy tenemos más “botones y colores”, pero la preocupación por el futuro, en el ser humano, es similar. Podríamos preguntarnos, ¿qué sucederá si las cosas siguen así? Dios nos dice: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:25-33). Confiemos en Él, permanezcamos humildes y oremos, para que en su retorno pueda reconocerse a sí mismo. “Hay lugar para todos”, destacó el Obispo, porque el amor de Dios es el que nos abarca: “Yo te cuido, no tengas temor, no me olvido de ti”. Por ello, “hoy, aquí, en este 2025, también echamos nuestra solicitud en Él”, expresó.
La iglesia se veía colmada con los 105 participantes, a quienes saludó personalmente el Obispo finalizado el encuentro, junto a portadores de ministerio del distrito y de la comunidad.
Bosques: “Discípulos de Jesús”
El área de atención del Obispo Diego Roma abarca parte de Buenos Aires y también la extensa Patagonia argentina. El domingo 16 de febrero, ofició en la iglesia Bosques, en el partido de Florencio Varela. La comunidad se preparó con antelación, ya sea en la limpieza, arreglos florales e himnos a entonar. Luego de leer el texto del día, de Mateo 22:37-40, invitó a la comunidad a preguntarse: “¿Por qué amamos a Dios?".
Con relación al mensaje del día: “Jesucristo anuncia el amor a Dios y al prójimo”, el Obispo explicó que ambos mandamientos que Él enseñó, están unidos por el amor. “¿Por qué yo amo a Dios?”, preguntó. “Porque Él nos amó desde antes de la creación del mundo” dijo. Amar al prójimo como a uno mismo tiene un significado importante en la vida del hijo de Dios. “Seamos buenos discípulos de Jesús y actuemos en consecuencia en el obrar y el amor, así experimentaremos una y otra vez la presencia de Dios en nuestra vida”, expresó.
Luego del Servicio Divino, el Obispo pudo saludar personalmente a cada uno de los presentes, acompañado por el dirigente de distrito Andrés Flores y portadores de ministerio del lugar.