Pequeñas cosas

Lunes 03/02/2025

“Haced esto en memoria de mí”. Una frase que escuchamos en cada festejo de la Santa Cena. El Catecismo afirma que el partimiento del pan y el agradecimiento a Dios van unidos. Por eso celebremos siempre la Santa Cena en memoria de todos los dones que hemos recibido de Dios: del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Fuente: nak.org


Damos gracias a Dios por nuestra vida, nuestra salvación, nuestra consumación. Le damos gracias por la Iglesia, por el ministerio de Apóstol, por su Obra de salvación y redención, por la comunidad en la que se nos permite sentirnos en casa.

Podemos expresar nuestro agradecimiento por estos dones haciendo algo que siempre agrada a Dios: perdonar a nuestro prójimo. Estas pequeñas cosas que suceden en el matrimonio, en la familia, en la comunidad. Pequeñas cosas que a nosotros nos parecen tan grandes que nos damos cuenta meses después de que todavía están en nuestro corazón, todavía no están completamente perdonadas. Esperamos a que el otro dé el primer paso, se disculpe y prometa enmendarse. Esto envenena nuestra alma, perturba nuestra relación con el prójimo.

Si realmente queremos dar gracias a Dios por todo lo bueno y hermoso que ha hecho por nosotros, ¡perdonemos! Dejemos de lado lo viejo y perdonemos esas pequeñas cosas que en realidad no son tan malas, pero que envenenan nuestras relaciones en la familia y en la comunidad. Enterrémoslas. Dejemos de hablar de ellas. Esta es una hermosa expresión de agradecimiento por todos los dones de Dios, ante todo, pero no solamente, en el festejo de la Santa Cena.

Impulso de un Servicio Divino del Apóstol Mayor

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