“¡No olvides lo que Dios hace hoy por ti!”

Ya casi sobre el cierre de su visita a Argentina, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider presidió un Servicio Divino en la Iglesia Central Buenos Aires en la mañana del domingo 15 de octubre.

Acompañaron al Apóstol Mayor los Apóstoles de Distrito John Kriel (de África del Sur) y Enrique Minio, junto a los Apóstoles de la INA Sud América, así como Obispos y dirigentes de distrito del área de habla hispana.
Luego de dar una cordial bienvenida a los 1.121 hermanos y hermanas que se encontraban en la iglesia, así como en las más de 500 comunidades conectadas por transmisión, el Apóstol Mayor expresó su alegría por compartir esa hora. También dedicó sus primeras palabras para transmitir un mensaje especial a todos aquellos que por diversos motivos se encuentran un poco débiles en la fe. “Jesús no hace diferencias. No hay personas más ni menos importantes. Dios tiene preparado para ti lo mismo que para los demás”.

A continuación desarrolló la palabra del día, basada en el texto bíblico de 1 Pedro 5:10: “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.
En el comienzo de su servir, el Apóstol Mayor destacaba el concepto de la gracia de Dios. “Hemos sido escogidos por gracia. Ninguno merece la elección divina, no hay ninguna razón humana para ello”. Es por gracia que recibimos el don del Espíritu Santo y la posibilidad de heredar la vida eterna. También es por gracia que Dios nos libera del pecado y del mal.
Pero aun bajo esta gracia, “compartimos el destino de todos los seres humanos”, profundizaba el Apóstol Mayor. De modo que no quedamos exceptuados del sufrimiento. Y también hay un sufrimiento espiritual. Sufrimos:
- Porque debemos creer sin ver. A veces necesitaríamos ver algo.
- Por nuestras debilidades. Tenemos que vencer al viejo Adán, a nuestros pensamientos y sentimientos que no son compatibles con Jesucristo. Esto tampoco es fácil.
- Ante el sufrimiento de los demás. Porque amamos a nuestro prójimo, sufrimos.
- Porque el maligno quiere debilitar nuestra fe y dañar nuestra relación con Dios.

Ante estos sufrimientos espirituales, Dios nos pide resistir y permanecer firmes. ¿Cómo lo hacemos? No queremos concentrarnos demasiado en nosotros mismos, en todo lo que tenemos que vencer y en nuestro sufrimiento. A veces sentimos que cumplir con nuestra misión es demasiado. Dios nos recuerda que no estamos solos. Él nos fortalece.

"No olvides lo que Dios hace hoy por ti" fue el mensaje central en este día.
Por gracia, Dios:
- Nos brinda el don del Espíritu Santo
- Continúa fortaleciéndonos y nos consuela. Nos dice: “Eres un hijo de Dios. Yo soy fiel, te he llamado, te he elegido y te amo”.
- Nos perdona, dándonos la oportunidad de un nuevo comienzo.
A través del Espíritu Santo nos muestra cuán grande es su amor y cuánto Dios nos puede dar.
Finalmente, también nos fortalece orar en el nombre de Jesucristo y mantener firme nuestra esperanza en su retorno.
Colaboraron en el servir el Apóstol Jorge Franco y el Apóstol de Distrito John Kriel. Además, fue celebrada la Santa Cena para los difuntos, en un solemne instante.

"Un fiel y amoroso siervo de Dios"
En el marco de este encuentro, el Apóstol Mayor colocó en descanso ministerial al Apóstol Jorge Franco.
Cuando el Apóstol fue llamado al altar, compartió su agradecimiento: “Toda la gratitud y agradecimiento es a ese Dios que no vemos pero que conocemos bastante. A cada siervo, cada alma, cada comunidad. Al ministerio que Dios permitió portar. Y a la familia. ¡Seguimos adelante!”.
En su alocución de pase a descanso, el Apóstol Mayor le agradeció por haber sido un “fiel y amoroso siervo de Dios” y agregó: “Quienes lo conocen, reconocen su amor a Jesucristo. Ha servido con gentileza y amabilidad, con paciencia y perseverancia. Siempre motivado por Dios”.
También hizo alusión a una tarea adicional que realizó por muchos años el Apóstol Franco: la de restaurar armonios. Así como al afinarlos se busca que la nota sea la adecuada, también su corazón siempre miró a Jesucristo: “Estoy seguro de que dedicó mucho tiempo a “afinar” su alma para que coincidiera con la voluntad del Padre”, agregó y finalmente expresó: “¡Muchas gracias por haber sido nuestro Apóstol!”.

Dos nuevos Apóstoles
Para suceder al Apóstol Franco fueron ordenados en el ministerio de Apóstol los hasta entonces Evangelista de Distrito Pedro Ramis y Primer Pastor Omar Piñeyro. “Que los hermanos y hermanas puedan experimentar el amor de Jesucristo a través de vosotros”, fue uno de los deseos que manifestó el Apóstol Mayor durante la alocución.
Al término de la hora, el Apóstol Mayor agradeció por las oraciones y por todas las tareas realizadas, despidiéndose con un “¡hasta pronto!”.