Pequeñas semillas en manos de Dios

Viernes 13/10/2023

La ciudad de Montecarlo se encuentra a unos 180 km de Posadas (capital de la provincia argentina de Misiones) y a 124 km de Puerto Iguazú. Fue fundada en 1920 por inmigrantes alemanes y se la conoce como la capital nacional de la orquídea y provincial de la flor.


Después de tantos preparativos, finalmente el día había llegado. Las lluvias de los días previos fueron menguando y después del mediodía del viernes, asomó un sol radiante. Muchos hermanos y hermanas ya se encontraban viajando para participar del Servicio Divino en conjunto en el Salón de Bomberos Voluntarios de Montecarlo, donde se reunieron 1.048 asistentes.
Todo estaba dispuesto al detalle y amorosamente para recibir al Apóstol Mayor y sus acompañantes. Un grupo de jóvenes dio la bienvenida con banderas de Argentina y Paraguay, en representación de las comunidades participantes ese día.

Para esta ocasión, el Apóstol Mayor leyó el texto de Mateo 13:31-32: “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas”.
“Es una gran alegría para mí poder conocerles” expresó el Apóstol Mayor, “pero lo más importante es que nos reunimos en el nombre de Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y compartimos la misma fe”. Creemos en Dios todopoderoso, Él quiere guiarnos a su reino y nos enseña. “Él nos ama y conoce, por eso su palabra está perfectamente adaptada a mí y a mi situación”, dijo.
Con relación al texto bíblico, expresó que Jesús muchas veces utilizaba parábolas para explicar acerca del reino de Dios, como el ejemplo de la semilla de mostaza: si bien es muy pequeña, se convierte en un árbol donde hasta los pájaros pueden hacer nidos. Esa pequeña semilla representa a:
-Jesucristo: fue un niño nacido en un pesebre, más tarde entró en Jerusalén en un asno, aun así, todo se cumpliría a través de Él. ¡Venció al mal y a la muerte! Esa semilla estaba llena del Espíritu Santo y Jesucristo cumplió la voluntad de Dios.
-La Iglesia de Cristo: también fue una semilla pequeña; Dios había llamado a pescadores, personas humildes. Y una vez establecida por Jesucristo, la Iglesia comenzó a crecer. Siempre que los Apóstoles difundan el Evangelio obrando la voluntad de Dios y preparen a la Novia para el regreso de Cristo, nada podrá obstaculizar su desarrollo.
-Los creyentes: fuimos llamados por Jesucristo. Él utiliza semillas pequeñas. Por ejemplo Moisés, él no era perfecto. Tampoco Pablo. Pero Dios los eligió. El crecimiento no depende del tamaño de la semilla. Lo importante es que Dios reine en nuestro corazón y que obremos de acuerdo a su voluntad.

También participó del servir el Apóstol de Distrito John Kriel, de África del Sur: “No somos lo que la gente piensa de nosotros, sino lo que Dios colocó en nosotros. Que el crecimiento tenga lugar hacia dentro. Si permanecemos fieles a su voluntad, nadie nos quitará de su mano”, expresó entre otros conceptos.
Finalmente, el Apóstol Mayor dijo: “Fijémonos este objetivo: asegurémonos de que Jesucristo reine en nuestra comunidad y en nuestro corazón y hagamos su voluntad”.
Luego del festejo de la Santa Cena y el himno final interpretado en conjunto con la comunidad, el coro y la orquesta regalaron unos bellos himnos mientras todos emprendían el regreso festiva y ordenadamente.

GALERIA