Un obsequio especial

Continuando con las visitas programadas a comunidades del estado de San Pablo (Brasil), el sábado 6 de mayo, el Apóstol de Distrito Enrique Minio, acompañado por los Apóstoles José Bonaite y Reinaldo Milczuk, compartió el Servicio Divino junto a hermanos y hermanas de la comunidad Salto de Pirapora.

En esta parte del interior del estado paulista, encontramos una bella cascada situada en el río Pirapora. Esta palabra, en el idioma originario tupi, significa “salto del pez”. Cuando los primeros colonos brasileros llegaron a la ribera de este río y observaron que los peces trataban de atravesar la cascada saltando sobre ella, muchos coincidieron en el nombre que debía llevar la nueva ciudad.

En el municipio de Salto de Pirapora la vida parece muy tranquila. Sus calles suben y bajan constantemente por el relieve de su territorio. Los autos, bicicletas e incluso peatones deben estar muy bien preparados para transitar estos desniveles. Cerca de las 17, el sol comienza a desaparecer lentamente. Sin embargo, la temperatura es agradable, aun en esta época del año.

Edith, una de las fieles de Salto de Pirapora, junto con los siervos y algunos colaboradores, prepara su hogar para recibir a los hermanos y hermanas. Allí se realizan una vez por mes los Servicios Divinos. Esta ocasión sería muy especial, no solo por la visita del Apóstol de Distrito y los Apóstoles, sino también porque era su cumpleaños.

Unos instantes antes del inicio del Servicio Divino, llegaron los Apóstoles. También estaba presente el Obispo Eduardo Haeffner, quien al día siguiente sería colocado en estado de descanso ministerial.

La palabra se basó en el texto bíblico de Ezequiel 36:27: “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. “El mensaje que tenemos para este día es que el Espíritu Santo nos guiará”, señaló el Apóstol de Distrito al comienzo de su servir. Luego explicó que para que así pueda ser, debemos preparar el corazón, entender y comprender la palabra del altar, aceptarla y, por último, llevarla a la práctica. “Es un desafío cotidiano al cual somos invitados”, agregó.

Después de escuchar al coro y al conjunto instrumental de la comunidad, dieron su aporte a la prédica los Apóstoles Bonaite y Milczuk y el Pastor Marcos Eli Alves, dirigente de la comunidad. Asimismo, en el marco del Servicio Divino el Apóstol de Distrito realizó el Santo Sellamiento de Sergio, uno de hermanos que integraba el coro. Salto de Pirapora lo recibió con alegría y amor.

Finalizada la hora, los siervos saludaron a cada invitado. Luego, todos fueron invitados a pasar a otra sala de la comunidad para compartir un refrigerio. Ese fue el momento ideal para que juntos pudieran cantar el “Parabéns” (feliz cumpleaños) a la hermana Edith.