Paraguay recibe al Apóstol de Distrito Montes de Oca

En la comunidad Fernando de la Mora (Paraguay) compartieron el Servicio Divino del miércoles 18 de febrero 2015 también los fieles de las iglesias Asunción Nº 1 y Asunción Nº 2. ¿El motivo? La visita del Apóstol de Distrito Raúl Montes de Oca (Brasil-Bolivia).

Con la bendición del Apóstol de Distrito Passuni (Argentina), fue para los hermanos de esta región de Paraguay un gran motivo de alegría poder contar con la presencia del Apóstol de Distrito Montes de Oca, quien actualmente tiene bajo su conducción la Iglesia regional Brasil – Bolivia. Para su servir, tomó el texto bíblico de Romanos 12: 2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
En su prédica el Apóstol de Distrito expresó, entre otras palabras: Que este encuentro pueda dejar en todos nosotros huellas indelebles. Es un Servicio divino porque Dios está presente, porque venimos a tener un encuentro con Dios. Es una conversación entre Dios y nosotros. Dios nos llama, escucha lo que hay en el corazón y lo que rogamos antes, y después conversa con nosotros. ¿Cuándo hablamos nosotros? Cuando le respondemos a Dios con nuestros actos, con nuestras obras; esa es nuestra parte.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…”: Uno a veces no se da cuenta y se está adaptando a las corrientes de este mundo. El eje de la vida se corre, y ya la Iglesia, la tarea como siervo o sierva de la casa de Dios va cambiando y también la naturaleza de nuestra relación con Dios y con el prójimo.
El Espíritu Santo, coloca las cosas en su lugar, nos enseña qué es bueno para Dios. Es bueno que obedezcamos los mandamientos, amar a Dios y amar al prójimo (el Señor lo amplió incluso diciendo: amad a vuestro enemigo). No es fácil, pero si tenemos el sentimiento de amor y si luchamos en oración, entonces será posible. Hay que aprender a convivir con aquel que no concuerda con nosotros y hay que aprender a amarlo. La Obra de Dios es una obra de amor.