Nuestra preparación

El último fin de semana de febrero, las iglesias San Jacinto y Punta del Este (Uruguay) compartieron un Servicio Divino junto al Apóstol de Distrito Enrique Minio. La preparación espiritual para el próximo domingo fue la premisa de ambos encuentros.

San Jacinto
El sábado 26 de febrero el Apóstol de Distrito, acompañado por el Apóstol Herman Ernst, realizó el Servicio Divino en la iglesia San Jacinto, comunidad ubicada en el departamento de Canelones.
“Le agradezco a Dios profundamente por poder compartir esta tarde junto a vosotros”, expresó el Apóstol de Distrito antes de iniciar la prédica, la cual estuvo basada en el texto bíblico de Isaías 43: 19.
“Debemos tener claridad acerca del plan de salvación de Dios, que es el mismo tanto para nosotros como para los que están en el más allá. Debemos encontrar el camino que nos lleva a la meta. A través de los Servicios Divinos y los Sacramentos el Padre nos renueva y nos ayuda a crecer”, manifestó el siervo. “¡La bendición se encuentra en esta orilla y también en la otra!”, exhortó el Apóstol de Distrito sobre el final de la hora.

En Punta del Este
Al día siguiente, en la iglesia Punta del Este también recibieron al Apóstol de Distrito. Se congregaron 62 invitados y en esta oportunidad el Servicio Divino se basó en la palabra de 1 Timoteo 2:3-6. “Oramos por la salvación de todos los seres humanos”, fue el mensaje del día.
“No queremos solo interceder por las almas del más allá, sino además estar comprometidos de forma convincente, plenos de amor”, comenzó diciendo el siervo. “Nuestras acciones deben ser auténticas y coincidentes con el Evangelio de Cristo. De esta forma seremos una verdadera carta legible, que podrá ser leída tanto por los que nos rodean como también por los que han partido al más allá”, agregó luego.
“Durante el transcurso de la hora se desarrollaron pensamientos que fortalecieron y prepararon el alma para el próximo Servicio Divino en ayuda para los difuntos”, expresaron hermanos de Punta del Este. Un sentir que se replicará durante los días que quedan por delante hasta ese encuentro especial.