"Nueva criatura": Servicio Divino de palabra

Lunes 11/05/2020

El Servicio Divino de palabra del domingo 10 de mayo fue presidido por el Apóstol Claudio González (Argentina). A continuación, un resumen de la prédica.


Para descargar el resumen en formato PDF, por favor hacer clic aquí

Para quien desee acceder a un extracto en video, compartimos también el enlace de nuestro canal de YouTube: clic aquí

Servicio Divino de palabra – domingo 10 de mayo de 2020

Tema:
Viviendo por la resurrección: una nueva criatura en nosotros

Título: El desarrollo de la nueva criatura en nosotros

Texto bíblico: 2 Corintios 5:17
: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

Mensaje: Hagamos nuestra parte para ayudar a que la nueva criatura pueda crecer en nosotros.

Para este Servicio Divino de palabra se contó con la participación del Apóstol Claudio González, siendo acompañado en el servir por el Evangelista de Distrito Adrián Bolotra. El Servicio Divino fue transmitido para los hermanos y hermanas de habla hispana de toda el área. Compartimos un resumen de la prédica.


“¿Vieron cuando recibimos una buena noticia? Nos cambia el ánimo, estamos distintos y la queremos compartir”: esto expresaba el Apóstol en sus primeras palabras, al comienzo del Servicio Divino, y con ello se refería al texto bíblico del día. “Esta palabra de hoy nos tiene que alegrar”, agregaba.

En el desarrollo del servir el Apóstol comparaba los tiempos del antiguo pacto con el nuevo pacto establecido a partir de la llegada de Cristo a la tierra.
En el antiguo pacto, los hombres del pueblo judío eran circuncidados; era una señal para indicar que pertenecían a Dios. Por este motivo, querían cumplir la ley. La ley regía la vida con Dios. Y ese pueblo era guiado por un rey, sacerdotes y profetas.

La llegada de Cristo marcó un nuevo comienzo. Trajo su Evangelio e hizo accesible la gracia de Dios. Luego con su muerte y resurrección, todo adquirió otra dimensión. Ya no era la ley sino el Bautismo con agua la señal del pacto. Es lavado el pecado original, se trataba de un pacto de buena conciencia del hombre con Dios. En ese primer paso, el ser humano se acerca nuevamente a Dios, en camino hacia la redención y transformación.
Si estoy en Cristo, con fe y convicción, el efecto del Bautismo en mi vida será pleno.
Jesucristo es ahora el Rey, Sacerdote y Profeta.

El Espíritu Santo nos ayuda a luchar contra el pecado, es decir, contra todo aquello que nos aleja de Dios. Guía nuestra conciencia y también es fuente de consuelo. Recibimos el don del Espíritu Santo en el Santo Sellamiento. Allí obtenemos entonces los elementos esenciales y divinos para como hijos de Dios alcanzar una completa redención. El Espíritu Santo nos habla y en Él reconocemos la voz de Dios. Recibimos también el amor de Dios, con el cual nos vinculamos con Él y con nuestros hermanos y hermanas.

De este modo, vamos dejando la vieja criatura (la que nos lleva a mentir, a la codicia, a todo lo que nos aleja de Dios) y se forma la nueva criatura, que ansía volver al Padre. Debe desarrollarse a la imagen de Cristo.
Queremos entonces crecer en su esencia: crecer en el amor, hablar su lenguaje, ser mansos y humildes. Queremos ser perdonados y perdonar. Queremos aprender, dejarnos enseñar y ser corregidos sin enojarnos por ello.
Y queremos también compartir con todos su Evangelio, esparcir la semilla perfecta, sin importar dónde caiga.
La vida se hace plena con el Señor. Para que los efectos de los Sacramentos sean plenos, necesitamos la fe.

GALERIA