Jueves 01/08/2024
Tenemos una meta en nuestra vida, que es la gloria. Nuestra meta no es solo nuestro bienestar, nuestra felicidad y nuestro éxito. Nos hemos fijado una meta mucho mayor. Queremos entrar en la gloria, en perfecta comunión con nuestro Dios. Esa es nuestra decisión y esa es y sigue siendo nuestra meta en el nuevo año. Queremos entrar en el reino de Dios y en la comunión con Dios en el día del Señor.
Fuente: nak.org
Esto no es un sueño ni una ilusión: el retorno de Jesucristo no es una eventualidad, es un hecho divino. El retorno de Jesucristo tampoco es solo una promesa que alguien nos ha hecho. Cuando Dios habla del día del Señor, está describiendo algo que está ante sus ojos.
Como seres humanos esto es difícil de entender, pero para Dios el futuro es presente, el pasado es presente. Él tiene todo ante sus ojos. No está limitado por el tiempo. Cuando nos habla del retorno de Jesucristo, nos describe algo que ya ve y que para Él ya ha tenido lugar. Ese es nuestro consuelo. No es una promesa vaga de que tal vez suceda algún día. No sabemos el momento, pero es absolutamente cierto que sucederá.
De ahí esta oración: "Muéstranos el camino". ¿Cómo llegaremos allí? ¿Cómo podemos participar? El Espíritu Santo responderá siempre a esta oración. Él señala a Jesucristo. Jesucristo es el camino. Si quieres entrar en el reino de Dios, si quieres participar en el retorno de Jesucristo, tienes que seguir el camino de Jesucristo. Sus enseñanzas y su vida son el camino. Sigue su ejemplo y obedece sus enseñanzas. Así es como podemos prepararnos para su retorno y alcanzar nuestra meta. El Espíritu Santo dice: "Mira a Jesucristo. Ocúpate de su Evangelio y ponlo en práctica". Ese es el camino.
De un Servicio Divino del Apóstol Mayor
Fuente: nak.org