“Los Polvorines”: Visita del Apóstol Zanotti

El miércoles 5 de noviembre de 2014 la comunidad de Los Polvorines (al norte del Gran Buenos Aires) recibió la visita del Apóstol Gerardo Zanotti, quien presidió el Servicio Divino de entresemana. Asistieron 169 fieles.

Antes del Servicio Divino, el coro de comunidad interpretó un himno junto a un pequeño grupo instrumental. Al comienzo de la hora el Apóstol Zanotti leyó parte del texto bíblico de 1 Pedro 5: 5: “Y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”.
“Que podamos sumergimos en este Servicio Divino como si fuera el ultimo”, dijo como deseo en sus palabras iniciales.
La palabra giró en torno a la humildad como parte de la naturaleza divina y como una de las características que Dios espera hallar en sus hijos. “Roguemos a Dios por el don de la humildad”, exhortaba el Apóstol. “A veces nosotros andamos con la soberbia a cuestas pensando que tenemos argumentos suficientes como para explicarle al amado Dios por qué llevamos esa soberbia encima”, profundizaba el Apóstol, manifestando que la soberbia no se puede sostener ante Dios. La humildad se observa más que en las palabras en los hechos. Y explicaba que en ocasiones “sin darnos cuenta, nos paramos en el lugar del otro, para querer ejercer sobre ese otro un derecho que no tenemos (…) Cada uno vive la circunstancia como puede (…) Es importante que nos sentemos a escuchar al otro, para ejercitarnos en esto: en poder comprender al otro”.
También el Apóstol hizo hincapié en valorar la ayuda que Dios nos provee en su casa, reconociéndonos como necesitados de esa ayuda. “A veces no hay tiempo para venir, a veces no tenemos ganas, a veces nos pasan un montón de cosas. Nosotros lo sabemos. Pero Dios también lo sabe. Y cuando uno le pide tiempo a Dios para estar en su casa, se conmueven los cielos. El tema es que a veces ni siquiera se lo pedimos y damos por supuesto que no vamos a llegar”.

Colaboraron en el servir el Evangelista de Distrito Antonio Martín y el Pastor Osvaldo Suárez.
Se vivió una hora de reflexión y llena de amor en la comunidad, culminando con el saludo del Apóstol y portadores de ministerio a cada uno de los concurrentes, mientras el coro entonaba el canto “’Hacia la Patria iremos”.