“Una fe sólida”

Domingo 13/08/2017

Zárate se encuentra a tan sólo 90 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, la capital de Argentina. El domingo 13 de agosto tuvo lugar allí un Servicio Divino con Santo Sellamiento, del que participaron las dos comunidades del lugar: Zárate 1 y 2, más algunos miembros que concurren a la iglesia Campana. El encuentro fue presidido por el Apóstol Guillermo Canessa, junto al Obispo Marcelo Boggio y dirigentes del distrito.


La ciudad de Zárate (noreste de la provincia de Buenos Aires) es conocida como la “Capital provincial del Tango”, en virtud de la cantidad de referentes que dio a este género musical. Tiene una población de unos 130.000 habitantes. Es un importante polo industrial y de instalaciones portuarias. Es muy conocido también el Complejo Ferrovial Zárate - Brazo Largo, principal vía de comunicación entre el sur de la provincia de Entre Ríos y el norte de la de Buenos Aires.
El Servicio Divino tuvo lugar en la iglesia Zárate Nº1. El servir se basó en el texto bíblico de Efesios 4: 14: “Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. Entre otros conceptos el Apóstol Canessa manifestó que nuestra vida de fe tiene que estar sustentada en la confianza en Dios. Cada encuentro con el Señor nos da nuevas fuerzas, nos afirma en la fe y en la esperanza en el día del Señor, en su retorno.
Colaboraron en el servir el Obispo Boggio, el Anciano de Distrito Innocenzi, el Evangelista de Distrito y el Pastor dirigente de la comunidad.
En el marco de esta hora se realizó un acto de Santo Sellamiento; fueron instituidos un Pastor, Javier Del Rosso (Zárate 2), y dos Diáconos, Adalberto Belda (Zárate 1) y Luciano Del Rosso (Zárate 2). A su vez, tuvo lugar el pase a descanso del Pastor Juan Carlos Mercatanti, quien activó en la iglesia de Zarate Nº1 durante 50 años; recordó con gran emoción a su madre, hoy en el más allá, quien le incentivó a servir al Señor en sus años juveniles.
Al finalizar el Servicio Divino, en el que hubo 184 participantes, el Apóstol Canessa junto a los siervos que acompañaban saludó a los concurrentes, en un marco de mucha alegría por todo lo vivido.

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