Amor a Dios, amor al prójimo

Durante el fin de semana del 22 y 23 de julio el Apóstol de Distrito Enrique Minio ofició en Uruguay, realizando Servicios Divinos en las iglesias Cerro Carmelo y Valdense (departamento de Colonia). Ambos encuentros tuvieron como eje el amor al prójimo y las diversas maneras de expresarlo.

Cerro Carmelo se encuentra ubicado en el noreste del departamento de Colonia conectado con la ciudad de Carmelo por el “camino de Las Tunas”. Su historia está ligada a la llegada de inmigrantes provenientes de Italia, Hungría, Polonia, Portugal y otros países.
La programada visita del Apóstol de Distrito a Cerro Carmelo se hacía realidad, siendo de alegría tanto para él como para la comunidad. En esta ocasión le acompañaron el Apóstol Herman Ernst y dirigentes de distrito. Participaron de la hora 65 fieles. Para el servir fue tomado el texto de Mateo 7:12: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.
Entre otros conceptos el Apóstol de Distrito expresaba que el amor que Dios nos pide no es un amor del sentimiento, sino del comportamiento: pensamientos, palabras y obras. Fue citada también la palabra de 1 Corintios 13, en relación a esto.

Comunidad Valdense
El domingo 23 de julio el Apóstol de Distrito Minio visitaba por primera vez la comunidad Valdense, situada en una zona rural denominada “Colonia Española”, a 122 km de la capital, Montevideo.
Sus inicios también se relacionan con la inmigración europea de fines de siglo XIX. Los primeros testimonios de la fe nuevoapostólica datan de fines de 1936. Si bien su emplazamiento en una zona poco poblada ha limitado el crecimiento numérico, de ella han surgido muchos siervos. En la actualidad los Servicios Divinos se realizan en un pequeño salón anexo a la casa de la familia Plavan.
Acompañaron al Apóstol de Distrito, el Evangelista de Distrito Sergio Maya, los Primeros Pastores Leonel Navarro y Andrés Pontet y portadores de ministerio del lugar, siendo 56 los congregados. En este encuentro la prédica se basó en el pasaje bíblico de 1 Pedro 4:10: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”. El Apóstol de Distrito habló de la importancia de compartir los dones que Dios nos ha regalado, tanto los espirituales como los materiales.
En el marco del Servicio Divino fue donada la Santa Cena para los difuntos. Un pequeño pero hermoso coro de comunidad embelleció la hora con sus cánticos. Al finalizar, el Apóstol de Distrito y sus acompañantes saludaron a los fieles y fueron repartidos unos presentes a modo de souvenir, realizados por hermanos de la congregación.