Sábado 11/08/2018
Unos 130 jóvenes de las comunidades pertenecientes a los distritos 4, 5 y 9 de la zona metropolitana, se reunieron para un Servicio Divino celebrado el sábado 11 de agosto en la iglesia La Teja, Montevideo. Se contó con la presencia del Apóstol Herman Ernst, el Obispo Edgardo Méndez y dirigentes de distrito. Además, por primera vez cantaron juntos el Coro Metropolitano de Juventud y un coro con integrantes de diferentes localidades colonienses, sumando 55 voces en total que brindaron un hermoso marco musical.
El Apóstol Herman Ernst para este día leyó el texto que se encuentra en el libro de Éxodo 15:13: “Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; lo llevaste con tu poder a tu santa morada”.
Este pasaje sigue al momento en el que pueblo de Israel, guiado por Moisés, vive uno de los hechos más sublimes de obediencia, fe y seguimiento. En una situación extrema, con el Mar Rojo por delante y la presión del ejército de Egipto detrás, pudieron experimentar, ante todo, el cumplimiento de la promesa de Dios.
Así como Dios guio al pueblo a través del desierto para salir de la esclavitud, “como columna de polvo en el día y columna de fuego en la noche”, también lo hace hoy con nosotros.
En nuestro caso, no nos toca luchar contra un ejército, pero Dios nos manda a luchar contra el pecado, “no el pecado que cometen los demás, el que cometo yo”, explicaba el Apóstol. Entonces el consejo era empezar ya desde los pensamientos, cuando por ejemplo comparamos, cuestionamos o criticamos a alguien. “Que los pensamientos sean para alabar, honrar y glorificar a Dios”. Y confiando en nuestro Padre, sabiendo que “quedando con el Señor, Él abre los caminos de una forma inescrutable, inimaginable”.
También pudieron compartir un sentir desde el altar el Obispo Edgardo Méndez, el Anciano de Distrito Ariel Varela, el Evangelista de Distrito Walter Bulke y el Primer Pastor Juan Fernández.
Al finalizar el Servicio Divino, el Apóstol Ernst invitó a los jóvenes integrantes del Coro Metropolitano de Juventud y del Coro de Juventud de Colonia, para que juntos regalaran la ofrenda de sus dones frente al altar. Las 55 voces vibraron e hicieron vibrar, se emocionaron e hicieron emocionar, entonando como cierre el himno “El Señor es mi luz”.