Nuestra misión

Para el último Servicio Divino del mes de abril, el Apóstol de Distrito Enrique Minio ofició en la iglesia central Buenos Aires en conjunto para comunidades del Obispado N° 5, a cargo del Obispo Mario Morales. El encuentro se llevó a cabo en la lluviosa mañana del domingo 29 de abril.

Acompañó al Apóstol de Distrito el Apóstol Claudio González, competente en el área. Asimismo, estuvieron presentes los Obispos Mario Morales (Obispado N° 5) y Claudio Videla (N° 6), como también siervos de distrito del Obispado N° 5.
El día amaneció con tormentas persistentes, que habían ocasionado anegaciones en varios sitios de Buenos Aires, también de donde procedían muchos de los hermanos y hermanas convocados a este Servicio Divino. Al iniciar la hora, todos se pusieron de pie para cantar el himno “Si cada mañana le dices a Dios: buen día mi Padre…”. Al respecto mencionó el Apóstol de Distrito si de todas formas podríamos decir que era un “buen día”. Muchas veces las cosas no salen como pensábamos, “pero como dijo una vez una hermana: ¿por qué no dejamos que la agenda la maneje el amado Dios?”, expresó; entonces todas las cosas nos ayudarán a bien (comp. Romanos 8:28). Y así pudo concretarse durante la hermosa hora vivida, para los 656 asistentes.

Ser un testimonio
Como base del servir fue leído el texto de Hechos 2:39: “Para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”.
El Apóstol de Distrito mencionó que todos los Servicios Divinos de abril de 2018 habían estado bajo la temática “Nuestra misión” ^(*). ¿Y por qué el Señor nos lo recuerda? Así como una madre exhorta reiteradamente a su hijo –seguramente porque aún no ha logrado el cometido–, el amado Dios nos recuerda una y otra vez que, habiendo sido parte del misterio de la elección, luego con nuestro “sí” debemos ser testimonio de su obra.
La misión debe ser primero en nosotros: ir cambiando para que la imagen de Cristo pueda ser visible cada vez más en nuestro ser. Se trata de un cambio cotidiano, aun en las pequeñas cosas. “¿Cómo nos comunicamos? ¿Qué escribimos en las redes sociales? De la abundancia del corazón habla la boca…” (comp. Lucas 6:45)
Luego, el testimonio es “para nuestros hijos”. La responsabilidad por los hijos está en los padres; los maestros de enseñanza en la Iglesia acompañan esa responsabilidad.
¿Y cómo es la imagen de Cristo? “Él hace lo que dice”, expresó el Apóstol de Distrito. En referencia hizo alusión a la conocida frase: “Para educar, hay que ser”. Y los niños, los jóvenes, observan todo lo que hacemos. Nuestra misión es ser testimonio; no alcanza con escucharlo, sino obrarlo. Y seguramente nos volveremos a equivocar, pero en cada Servicio Divinos somos llamados al altar de gracia.
Esforzarnos a ser imagen de Cristo. Primero en nosotros, luego para nuestros hijos y, también, proclamarlo a otros. Llevar el testimonio debe ser nuestro compromiso. Ayudémonos unos a otros, alentémonos y esforcémonos.
Participó luego del servir el Apóstol González.

Colocaciones en descanso y ordenación ministerial
Luego de la celebración de la Santa Cena, también para los amados en el más allá, en el marco del Servicio Divino fueron colocados en descanso seis portadores de ministerio: el Evangelista de Distrito Héctor Martín, el Primer Pastor Jorge Nieto, y los Pastores Antonio Arrieta, Carlos Astorga, Héctor Díaz y Mario López. Cada uno expresó un sentir en el altar, breve en palabras, pero grande en emoción compartida con los presentes.
Asimismo fue ordenado el Primer Pastor Gustavo Vecino en el ministerio de Evangelista de Distrito.

^(*) La Misión de la Iglesia Nueva Apostólica: “Ir hacia todas las personas para enseñarles el Evangelio de Jesucristo y bautizarlas con agua y con el Espíritu Santo. Ofrecer asistencia espiritual y cultivar una estrecha comunión en la cual cada uno experimente el amor de Dios y la alegría de servir a él y a los demás.” (Catecismo INA, pág. 5)